Somos Antonela y Matías de Juntosporahí, actualmente nos encontramos en Tailandia haciendo housesitting por dos meses, en la ciudad costera de Phuket y como buzos aficionados estamos ansiosos por la apertura de la temporada en el mes de octubre.
Aunque un poco tristes al enterarnos que la Isla de Koh Tachai en el Parque Nacional Similian, uno de los lugares más bellos para bucear, este año tampoco abrirá sus puertas al público. ¿La razón? Recuperar sus recursos naturales, los cuales fueron degradados por una deficiente gestión de la conservación y la falta de una gestión turística amigable con el ambiente.
Esto demuestra la fuerza transformadora que tiene el turismo, para bien y para mal, y como viajeros responsables queremos darles algunos consejos sobre buceo sostenible. Estamos convencidos de que el turismo puede dejar de ser una amenaza para los ecosistemas naturales y convertirse en una herramienta de gran ayuda para la conservación y restauración de los mismos.
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Año del Turismo Sostenible
Durante las últimas décadas, el sector turístico ha experimentado un notable crecimiento, convirtiéndose en una industria de gran peso en la economía y comercio internacional, moviendo al año más de 1300 millones de personas. Contribuye de manera significativa a las economías locales de los países en vías de desarrollo y a los factores del ambiente natural y sociocultural que constituyen importantes recursos turísticos y que atraen al público por su valor paisajístico o recreativo.
Sin embargo, una gran cantidad de los mismos factores son especialmente sensibles a la transformación producto de las actividades humanas. Los impactos negativos que trascienden de un desarrollo turístico inadecuadamente planificado pueden dañar de forma irreversible a los mismos ambientes de los cuales dependía el proyecto.
Con el fin de aumentar la concienciación de la población general y lograr el compromiso de los representantes públicos y privados, el año 2017 ha sido designado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de Turismo Sostenible.
Pero no sólo es importante el papel los gobiernos, nosotros como turistas, tenemos la posibilidad de elegir lo que queremos visitar, de qué forma queremos hacerlo y dónde queremos depositar nuestro dinero; desalentando ciertas ofertas turísticas poco responsables, incrementando la demanda de aquellas que sí lo son y siendo respetuosos en nuestro día a día.
Cuidemos nuestras playas!
La playa y el mar son de los destinos vacacionales más elegidos y con ellos actividades como el snorkeling y buceo recreativo. Esta última actividad añade más de un millón de nuevos buceadores cada año, lo que es de gran ayuda para economías locales, aunque representa una presión adicional sobre los frágiles ecosistemas costeros, en particular, los arrecifes de coral que albergan una abundante vida marina.
Los océanos están sufriendo importantes deterioros a causa del cambio climático, la contaminación, la acidificación del agua y la sobrepesca, sumado a que las malas prácticas del buceo pueden perjudicar aún más la situación, al igual que las malas conductas en la costa.
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Por lo general el número de visitantes sobrepasa la capacidad de carga del ambiente, recibiendo muchas más personas por día de lo que el sitio podría soportar. Se dejan residuos en la playa (botellas, colillas de cigarrillo, bolsas plásticas), que terminan en el mar, costando la vida de miles de animales. Se juntan caracoles de la orilla, corales, erizos a modo de «recuerdos», se sacan del agua estrellas de mar sólo para unas fotos provocándole así la muerte.
Aunque no todo sucede en la costa, también durante las inmersiones se provocan impactos ambientales negativos y para evitarlos te contamos que existen operadoras que aseguran un buceo responsable respetando las normas medioambientales. Las puedes encontrar en Greenfins, un proyecto en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA.
10 consejos para un buceo sostenible:
1. Deja todo igual o mejor que como lo encontraste.
2. No extraigas ningún objeto o ser vivo por muy bonito que te parezca .
3. Recuerda siempre no tocar nada y mantenerte a distancia de la vida marina.
4. Aprende a controlar tu flotabilidad, por tu propia seguridad y para evitar levantar sedimento mientras nadas. Controla especialmente la punta de tus aletas y lleva todas las mangueras agarradas a tu chaleco, para no dañar el fondo ni a ninguno de sus habitantes.
5. No interactúes con los animales, sólo sé un espectador. Una foto o un vídeo no valen la pena si hay que perturbar a sus protagonistas. Ten cuidado de asustarlos con linternas.
6. No alimentes a los animales durante tus inmersiones, puedes alterar la cadena trófica natural.
7. No arrojes residuos al mar ni los dejes en la playa. Lo único que sobra en el medio marino son los desechos del ser humano.
8. Piensa antes de entrar en una cueva, tus burbujas pueden alterar a los organismos que viven en techos y paredes.
9. Asegúrate que la operadora utilice boyas permanentes o amarres que eviten el daño que
provocan las anclas, ya que éstas son altamente perjudiciales para el fondo marino.
10. Lee acerca de las especies que encontrarás en el lugar, de modo que puedas identificarlas mientras buceas y colabora en acciones de divulgación y conservación.
Convertirse en buzos responsables con el medio ambiente no hará más aburridas nuestras inmersiones, por el contrario nos ayudará a conocer más profundamente el mar, ayudando a crear conciencia y proteger la biodiversidad marina, de manera que todos podamos disfrutarla y admirarla. Ante todo, intenta ser respetuoso con el entorno, todo lo que hacemos tiene su impacto sobre la naturaleza y nuestras pequeñas acciones pueden marcar la diferencia.
Fuentes
www.projectaware.org
www.greenfins.net
https://reef-world.org/
http://www.unep.org/
