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1. Empieza la temporada de tomate, pepino, naranja, fresa/frutilla y otro montón de frutas que seguramente ni te gustan.

2. Es momento de empezar a guardar los abrigos, bufandas y botas, ¡con lo molesto que es empacar!

3. Puedes apagar la calefacción y empezar a pagar menos en servicios. Ahora tocará decidir en qué gastarte ese dinero. ¡Ah! ¡Las decisiones!

4. Te empiezan a invitar a un montón de planes fuera de casa, que si ir al parque, que si salir a pasear en bici, ¡ufa! Con lo agradable que es quedarse en casa viendo una peli con una cobija hasta la nariz.

5. Y de entre todos esos planes, los favoritos son en el agua. Es temporada de pileta/piscina, playa, río. Y tu traje de baño ya pasó de moda.

6. Los árboles dejan de ser un misterioso palito y empiezan a parecer algo más aburrido… Árboles. Verdes y frondosos árboles.

7. Por todos lados hay flores, y tú seguro muriendo de alergia. Flores en los árboles, flores en el kiosco, flores en las plantas de la casa. ¡A-chú!

8. Vuelven las aves migratorias. Esas mismas que disfrutan cantando en el árbol que da a tu ventana. ¡Como si no tuvieras un despertador!

9. El sol… Esa luz molesta que entra por la más mínima rendija de la ventana. ¿Quién necesita vitamina D a estas alturas!

10. La luz del día dura más tiempo, pero qué fastidio llegar a la casa y que todavía sea de día, ¿no?

11. Es la previa del verano, con todo lo que esto significa, y seguramente ni has planificado bien tus vacaciones…

12. Es momento de acordarse de que tienes un cuerpo. Con lo cómodo que es tener capas y capas de ropa que ocultan esas llantitas.

13. Entonces todo el que lo hizo bien durante la temporada anterior, se comienza a desvestir y mostrar sus atributos en tu cara, if you know what I mean.

14. Te empiezas a broncear, con lo lindo que te queda el color blanco luna.

15. Todo el mundo en la calle se pone insoportablemente contento.
