No es para menos que el hecho genere una preocupación extrema. Este miércoles pasado más de 200 cetáceos aparecieron en la costa occidental de Tasmania, cerca del puerto de Macquarie. Se tratan de ballenas piloto.
La imagen aérea es desconcertante: no se sabe si algunas están muertas o cuál es la cantidad de ballenas que aún continúan con vida. La postal es conocida: casi dos años atrás en la misma zona se dio otro varamiento masivo de casi 500 ballenas piloto, de las cuales, lamentablemente, solo 100 sobrevivieron.
Un día antes, 14 cachalotes murieron tras quedar varados en una playa de la sureña isla King, también en la región de Tasmania. Estos y otros mamíferos marinos quedan atrapados con frecuencia en las costas del sur de Australia y de Nueva Zelanda, sin que los expertos puedan esclarecer los motivos, aunque los suelen atribuir a enfermedades, errores de navegación, cambios repentinos en las mareas, la persecución de depredadores o a condiciones meteorológicas extremas.
Además, las ballenas piloto son altamente sociables y suelen seguir a sus compañeros de manada que se aventuran a situaciones de peligro. Lo que podría dar sentido a lo que está ocurriendo.
Lo cierto es que ya está en marcha un operativo para rescatar a los cetáceos que aún se encuentran con vida. Las autoridades confirmaron que expertos en conservación marina y personal con equipo de rescate de ballenas se dirigen al sitio donde se encuentran estos animales.