5 cosas que debes decirle a tu «yo del futuro» una vez que pase la pandemia de Covid-19

5 cosas que le diría a mi yo del futuro una vez que pase la pandemia de covid-19
Editora / Travel Content Editor
¡Valora esto!

Quizás debiera haber titulado esta nota como ‘5 cosas que le diría a mi yo del futuro’. De hecho son algunas frases o lecciones que han pasado por mi mente durante estos días y que he intentado recuperar en una lista para tenerlas presente.

Pero como creo que lo que más ha abundado en estos tiempos es la empatía, algo en lo que de seguro también deberemos hacer mucho énfasis una vez que obtengamos nuestra ‘Nueva Normalidad’, quise compartirlas de modo tal que también puedan ayudar a quienes les interese o resulte de utilidad para llevar mejor estos tiempos que nos atraviesan. ¡Espero que las disfrutes!

1. Estás a tiempo de transformar tu «lugar en el mundo»

A los primeros días de haber comenzado mi aislamiento obligatorio, no pude evitar que circulara por mi mente la siguiente pregunta: Si tuvieras al menos 24 horas para moverte de tu ciudad, dejar la casa en la que te encuentras ahora e ir en busca de un lugar soñado para vivir lo que resta de la cuarentena… ¿A dónde irías? 

Sí, es cierto, puede que haya sido una pregunta un tanto castigo considerando que no existía tal posibilidad. Pero hacer ese ejercicio me llevó a una buena reflexión. Aquel lugar que vino a mi mente me hizo pensar en que quizás debiera dejar de ponerlo como un sitio sólo destinado a un maravilloso sueño para atreverme a conseguir que, en algún momento (aunque sea por un corto tiempo), se transforme en mi casa

En mi caso fue la Patagonia argentina, con unos lugares y paisajes tan mágicos que demuestran que la vida allí podría ser mucho mejor que en una gran ciudad.

Y por si acaso, como nunca es tarde, te reto a que también te preguntes a dónde hubieras deseado llevar este confinamiento y hacer frente a semejante contexto de caos. Aquel lugar que hubiera venido a tu mente es precisamente el lugar por el cual, creo, deberías motivarte a visitar casi de manera inmediata, cuando podamos volver a viajar claro está.

2. El secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo

Esta frase la encontré hace unos días por Internet.

Es de Sócrates y me gusta porque, en tiempos donde todos estamos mirando al pasado con dolor y sufrimiento por «lo que perdimos», la mejor forma de sentirnos mejor es enfocar nuestra energía en todo lo que podemos aprender de esta pandemia.

Sin dudas, el coronavirus llegó para sacudirnos de arriba a abajo. Romper con nuestras estructuras: pasar 24 horas en nuestra casa, obligarnos a trabajar desde el comedor o a tomar clases virtuales desde el cuarto, charlar con nuestros amigos y familiares a través de dispositivos, y hacer una gestión del tiempo para ir al supermercado y resolver las compras de lo ‘justo y necesario’.

Si alguien en enero nos hubiera dicho que nuestra vida iba a convertirse en esto, no lo hubiéramos creído. Y, a fin de cuentas, como quien no quiere la cosa, lo estamos logrando. Con algunos altibajos, o más bien bajos que altos, intentamos adaptarnos a una situación completamente desconocida para todos.

Pero, sin dudas, creo que aún no nos hemos enfrentado al verdadero desafío o al ‘gran monstruo’ por llamarlo de alguna otra manera. Nos espera algo más difícil: tomar todo aquello que pasó como un aprendizaje, una lección para saber qué es lo que deberíamos cambiar de nuestro mundo si es que no queremos que lo que vivimos se repita.

Ver esta publicación en Instagram

????????

Una publicación compartida por Intriper (@intriper) el

Ver esta publicación en Instagram

Estaría bueno, no?

Una publicación compartida por Intriper (@intriper) el

3. Colecciona experiencias, no cosas

Creo que, gracias al aislamiento, esta lección nos ha quedado clara a todos, o al menos a la gran mayoría… Y es que posiblemente nunca habremos extrañado tanto el encuentro con familiares y amigos como cuando no pudimos celebrar cumpleaños o eventos de tradición en nuestro país con ellos. Y ni hablar en los hogares donde se acostumbran los domingos de familias numerosas para comer unas buenas pastas o un típico asado.

Nunca habremos extrañado tanto salir de casa, recorrer algunas de las calles y hasta sentirnos turistas en nuestra misma ciudad como cuando nos prohibieron salir de casa. Quizás viajar por el mundo no era tu prioridad, pero a lo mejor ahora te han echado ganas, cuando sabes que las fronteras de la mayoría de los países del mundo están cerradas y nadie puede confirmar hasta cuándo duraría dicho escenario…

Déjame contarte algo, si bien me lamento mucho ver como todos mis planes u objetivos para los primeros meses del año se han caído por un abismo, también tengo motivos para sentir alegría (pero no creas que estoy loca por eso!).

Con el surgimiento de la cuarentena obligatoria en Argentina, fuimos a buscar a mi abuela para que viniera unos días a mi casa para pasarlo juntas. No vivimos en la misma ciudad: su casa queda a unos 120 kilómetros de la mía. Es todo un desafío adaptarnos a la convivencia, ya que nunca habíamos compartido taaaanto tiempo juntas.

Claro, en principio nosotros sabíamos que serían sólo «unos» días, como quien habla de un período de menos de una o dos semanas. Y la realidad es que ya van siendo como unos 50 días… Algo a lo que no estamos acostumbradas por la distancia entre nosotras, antes las visitas eran esporádicas: cumpleaños, Día de la Madre, fiestas de Fin de Año, y alguna otra más que no recuerdo.

Pero, honestamente, hoy me pone muy contenta compartir tiempo con ella, acompañarla en este momento tan raro y permitirnos disfrutar de cosas que nunca antes habíamos hecho.

Una tarde me ofrecí a hacerle un manicure, como para ayudarla a que sintiera mejor el aspecto de sus manos. Cuando terminé, me agradeció y fue a buscar de su billetera un poco de dinero para darme por haberla ayudado. Sí, seguro estás pensando «típico de abuelos».

Lejos de sentir felicidad como si fuera una niña que puede escoger chocolates en un kiosco, me llenó de nostalgia: mi abuela me había dado plata por algo que para mí había significado un mimo hacia ella. Pero también entendí que para ellos, pasar un rato con otras personas es muy importante y los hace sentir mejor. Así que, definitivamente, mi gran aprendizaje de esta cuarentena es vivir 100 % a través de experiencias, momentos que pueda compartir con otros y así enriquecer también mi paso por esta vida.

Ver esta publicación en Instagram

???????? qué es lo primero que harás cuando todo esto termine?

Una publicación compartida por Intriper (@intriper) el

4. Consigue un trabajo que ames, y no tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida

Sí, ya sé, pensarás que en definitiva esta lista es un copiar y pegar de Internet… Pero quiero explicarte en qué pienso cuando repito esta frase.

Hace unos años fui Ayudante adscripta en una materia de la Licenciatura en Comunicación Social, de la Universidad Nacional de La Plata. La asignatura estaba dentro del plan de estudios del primer año de la carrera por lo que, indudablemente, la primera clase hacíamos una dinámica para conocer un poco sobre el perfil de los estudiantes y que nos contarán por qué habían decidido estudiar allí.

En muchos casos, algunos de los alumnos comentaban que comunicación social -más comúnmente identificada como ‘periodismo’- era su segunda carrera a probar. ¿El motivo? En el primer intento decidieron escuchar la voz y recomendaciones de sus padres quienes, por supuesto, aconsejaban priorizando un mejor desarrollo profesional y/o bienestar económico. Así, experimentaron ellos mismos en primera persona lo que se sentiría estudiar algo que no sea de su agrado para, finalmente, frustrarse y abandonar la carrera para iniciarse en lo que sí les gustaba.

Nuestra primera reflexión al escuchar esto es que realmente era una pena dejarse llevar por los comentarios de otros cuando uno bien sabe qué es lo que realmente puede hacerlo feliz o motivarlo. Estas semanas de confinamiento me hicieron volver a esos momentos, y pensar en qué difícil sería atravesar un momento tan complejo como este sumándole trabajar de algo que no te satisface al 100%.

Obvio que cuando digo esto también soy consciente que nunca ninguna profesión va a lograr hacerte la persona más feliz del mundo, eso es más bien una cuestión de actitud. Pero que, sin dudas, es por demás importante considerar que ese trabajo que elijas por placer, no te resultará ninguna carga de realizar aún cuando el mundo experimente una inesperada crisis mundial. Además, sería un muy buen recurso para lograr concentrarte en algo que puede cautivar tu atención, en lugar de estar sufriendo ansiedad por la interrupción del mundo que conocíamos.

5. El truco se puede aprender, la magia hay que tenerla

Seguramente habrás visto hasta el hartazgo gente haciendo pan de masa madre por la mañana, ejercicios por la tarde y maratón de Netflix por la noche. Y seguramente te habrás sentido un poco mal por no sentir la misma energía que aquellos para hacer de tu día un arcoiris de productividad.

No temas. Me gusta mucho usar esta frase cuando se trata de hacer cosas: ‘El truco se puede aprender, la magia hay que tenerla’. Creo que aplica perfecto para estos tiempos donde todos parecen saber de repartir instrucciones a mansalva e indicarte cómo deberías hacer las cosas y manejar tu vida durante el confinamiento.

¿Y sabes qué? Con que enfoques en lo que a tí te despierte esa magia de la que hablo, es más que suficiente. A lo mejor se te da fatal para hacer ejercicios en el comedor, pero eres feliz leyendo un libro en el sofá. ¡Y está bien!

¿Viste cuando hacés cosas grandes, pero dejás de creer que son cosas grandes porque te acostumbraste a que había que minimizar eso grande, y nadie te hace ver que hacés cosas grandes? Hasta que alguien repara un segundo en eso grande, bueno: Hacés cosas grandes y, a veces, esa recompensa es grande! Así que, siguiendo los consejos anteriores, enfócate en eso que te haga sentir grande y al diablo con las instrucciones del resto!

Estas son mis 5 cosas que quisiera repetirme con el paso del tiempo para no olvidar nunca la experiencia de haber sobrevivido a una pandemia. ¿Qué te parecen? ¿Agregarías algunas más? ¿Algo que te haya pasado en estos tiempos y quisieras compartir? No dudes en escribirme y contarme! ????????

¡Valora esto!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *