La diversidad y el tamaño incomparable que tiene la cuenca del Amazonas es una cosa realmente maravillosa. Una aventura para todos los viajeros que acuden a experimentar el asombroso ecosistema y la sensación de estar metido en la madre naturaleza.
El río atraviesa ocho países, por lo que tiene para ofrecer de todo: aldeas tranquilas, a orillas del río, gritos obscuros de monos aulladores y el silencioso pero poderoso movimiento del río mismo.
En esta nota te mostramos algunas de las formas más increíbles y apasionantes para conocer al gran Amazonas.
1. Rafting por sus aguas bravas
La mayor parte del río Amazonas corre a través de Brasil justo por debajo de la línea del ecuador: el río corre de este a oeste, atraviesa el Perú y cuenta con afluentes en todo Brasil, Perú, Ecuador y Colombia.
Inmensas cantidades de agua en cascada de los Andes bajan por los cañones del Amazonas, ofreciendo emocionantes experiencias de rafting. Hay excursiones de varios días y de distintos niveles de dificultad para que nadie quede afuera de esta vivencia única.
2. Canopy en la selva
Donde los monitos se deslizan sin esfuerzo por la selva, es posible cruzar algunos de estos árboles haciendo canopy. Hay muchos tours de tirolesa y canopy que ofrecen una increíble perspectiva, con una mirada cercana a la fauna silvestre cuyos hábitats de lo contrario estarían completamente ocultos.
Lo bueno es que estas excursiones también son respetuosas con el medio ambiente, eliminando la necesidad de perturbar los hábitats mientras se visitan las áreas forestales Se puede llegar a velocidades de alrededor de 30 kilómetros, algo que genera una adrenalina única.
3. Voluntariado en el Santuario de Vida Silvestre
Hacer un voluntariado en uno de los muchos santuarios de vida silvestre en el Amazonas es una apertura de ojos, mente y una experiencia gratificante. Los voluntarios no necesitan tener un conocimiento especial de los animales, pero se requiere que tengan pasión y resistencia, así como una actitud de construcción de equipos. En estos santuarios se ayudan a rehabilitar algunas de las especies de fauna más exóticas que habitan el Amazonas, ya sean animales heridos por otros animales, por accidentes desafortunados, rescatados del tráfico de animales o situaciones de maltrato.
4. Playas de la selva
Las mejores playas del río Amazonas están a lo largo de Manaos en Brasil. La playa de Ponta Negra tiene 12 kilómetros de longitud, bordeando un barrio brasileño con restaurantes y bares. Si bien está un poco lejos de lo profundo de la selva, se encuentra en un afluente y quizás sea uno de los aspectos más relajantes y convenientes.
La playa de Tupe se encuentra a 32 kilómetros de Manaos, y deslumbra por su arena blanca y el contraste del Rio Negro. El agua es fría, limpia y clara, ideal para disfrutar del sol brasileño y relajarse un par de días.
5. Archipiélago de Anavilhanas
El viaje a través de este archipiélago es una de las aventuras más impresionantes y hermosas en todo el Amazonas. Este grupo de islas es el más grande de un archipiélago de agua dulce y se encuentra en la Amazonia brasileña en el Río Negro, a sólo 95 kilómetros de Manaos río arriba. La biodiversidad extrema es la principal atracción, un verdadero laberinto natural, lleno de vida silvestre y paisajes diversos. Muchos dicen que la mejor manera de ver el archipiélago es en un crucero o al pasar la noche en una de las tribus de la zona. Ideal para apreciar colibríes, loros, y los búhos entre otras cientas de especies de aves para detectar. Delfines rosados y caimanes también hacen apariciones en esta región amazónica.
