Una masacre a cielo abierto. Así podría describirse brutamente lo acontecido en los humedales del Delta del Paraná. Desafortunadamente, en esta ocasión parece que la inocencia escasea y, por el contrario, abundan el temor a los impactos y daños al medio ambiente.
Durante la jornada del viernes los ambientalistas de Rosario denunciaron un escenario desgarrador: la mortalidad «casi total» de la fauna autóctona que habita en la zona. ¿El motivo de semejante desenlace? Ni más ni menos que las quemas sin control que se llevan a cabo desde hace seis meses en la zona de las islas del Delta del Paraná.
El fuego ha alcanzado tal magnitud y potencia que el humo ha logrado afectar a ciudadanos de localidades aledañas al río Paraná, tanto como así también provocar destrucción a las especies que buscan escapar de su hábitat natural para evitar los incendios y mueren en el intento.
En diálogo con la agencia de noticias Télam, el representante de la reserva de animales silvestres Mundo Aparte, Ivo Peruggino, manifestó: «Estamos muy tristes porque la mortalidad en las islas es casi total y no podemos hacer demasiado. La situación es desesperante… Aún no se toma dimensión del grado de daño que se está realizando al humedal y al futuro del planeta porque las consecuencias de los incendios afectan a todo el ecosistema«.
Es precisamente por esta razón que los especialistas y ambientalistas han observado que, desde el comienzo de las quemas, han comenzado a registrarse apariciones de especies autóctonas de los humedales en sitios poblados, que «escapan de los incendios atontados y desesperados».
Tristemente, esto último ha provocado la muerte de muchas especies que encuentran obstáculos para continuar sus recorridos y escapar de los incendios. Según ha detallado Ivo Peruggino, las únicas especies que pueden escapar son algunas aves, lo cual provoca que «en Rosario estamos empezando a ver muchas que son típicas del humedal que no estamos acostumbrados a ver en esta zona. Vemos las aves que se escaparon pero hay que ser conscientes de que dejaron atrás sus nidos con sus pichones«.
Y es que, sin dudas, de primer momento la necesidad indica erradicar el fuego que arrasa con los incendios para parar la continuidad a un fenómeno que tendrá múltiples consecuencias en el ecosistema. Los especialistas parecen ir un poco más allá y advierten que una vez que la situación pueda «controlarse», las especies nativas y ejemplares se encontrarán con una tierra arrasada, sin vegetación y sin alimento, lo que podría significar un desastre aún mayor.