Según han indicado desde el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, a última hora del martes, el huracán Delta presentaba categoría 4 en la escala de cinco pasos Saffir-Simpson y tenía vientos máximos sostenidos de 130 millas por hora (209 kph), por debajo de las 145 mph más temprano en la noche:
“En la península de Yucatán, se esperan condiciones de huracán potencialmente catastróficas en partes del área de advertencia a última hora de esta noche y la madrugada del miércoles”
NHC
De esta manera, fue establecida una alerta de huracán para un área que se extiende desde la ciudad costera de Tulum, al oeste más allá de Cancún, e incluye Cozumel, una isla que Jacques Cousteau hizo famosa por la calidad de su buceo en arrecifes.
Así mismo, desde la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pronosticaron oleaje intenso y lluvias torrenciales. Según el organismo, los estados más afectados serán Quintana Roo, Yucatán y Campeche con lluvias que se estiman de 150 a 250 milímetros cúbicos por metro cuadrado.
Ante lo pronunciado por los especialistas, las autoridades ordenaron la evacuación de la zona hotelera de Cancún y otras áreas costeras, y abrieron el centro de convenciones de la ciudad como refugio. Hasta el momento, el proceso de evacuación se había iniciado en Isla Holbox, Punta Alen, zona hotelera de Cancún, Punta Herrero, Isla María Elena y Banco Chinchorro.
En efecto, el gobernador del estado de Quintana Roo instó a los residentes cercanos a la costa a evacuar y recomendó que los hogares se abastecieran de alimentos y agua durante dos o tres días, anticipando retrasos en la restauración del agua y la electricidad. Al mismo tiempo, también recomendó precauciones de salud en los refugios debido a la pandemia de coronavirus.
Por otro lado, los trabajadores de la empresa de alquiler de coches Avis se vieron obligados a cerrar las ventanas con madera bajo una ligera lluvia el martes por la tarde.
Cabe destacar que no se trató de la única iniciativa tomada para prepararse ante un posible huracán catastrófico: por su parte, los mexicanos formaron largas filas en los supermercados cerca de Cancún durante la jornada del martes para abastecerse durante lo que temían podría ser un duro golpe durante la noche del poderoso huracán Delta.
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