Gran preocupación por el posible impacto ambiental que pueda ocasionarse en el océano Pacífico: las autoridades en Japón planean lanzar un millón de metros cúbicos de agua radiactiva tratada de Fukushima. Se trata de grandes proporciones de agua radiactiva tratada que se filtró en la planta de energía nuclear de Fukushima tras los derrumbes del núcleo después del terremoto y tsunami de 2011.
El terremoto y tsunami de Japón de 2011, denominado oficialmente por la Agencia Meteorológica de Japón como el «terremoto de la costa del Pacífico» en la región de Tōhoku de 2011 o Gran terremoto de Japón oriental del 11 de marzo, fue un terremoto de magnitud 9,1 MW que creó olas de maremoto de hasta 40,5 metros. El terremoto causó un tsunami con olas de nueve metros que dañaron varios reactores nucleares en el área.
Según ha reportado la agencia de noticias ‘Kyodo News’, fuentes oficiales de la Administración japonesa habrían afirmado que la decisión podría ser tomada durante el transcurso de este mes. De esta manera, una medida como la mencionada pondría fin al debate que ha durado más de siete años sobre qué hacer con este agua, que se prevé llene los tanques de almacenamiento de la instalación nuclear a mediados del año 2022.
Uno de los últimos reportes registrados en el mes de septiembre indicaban que el agua almacenada ascendía a 1,23 millones de toneladas y llenaba unos 1.044 tanques. En consecuencia, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, advertía durante una visita a la planta de Fukushima que el Gobierno debía «tomar una decisión lo antes posible» sobre cómo tratar el agua.
Al respecto, pescadores y residentes locales se han manifestado y mostrado en disconformidad y se oponen a la medida temiendo que, ante la presencia de agua radiactiva en el océano Pacífico, los consumidores prefieran evitar los mariscos de la zona. Por su parte, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones ambientalistas se han mostrado preocupados por el impacto ambiental que podría tener este vertido.
De hecho, cabe destacar que Corea del Sur es uno de los países que, actualmente, prohíbe las importaciones de mariscos y otros productos agrícolas de la zona debido a las filtraciones que se produjeron tras el desastre de 2011. Si el Gobierno japonés opta por desechar el agua radiactiva en el océano Pacífico, muchos temen que aumenten las restricciones a las importaciones impuestas por algunas naciones aledañas.
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