Las autoridades de Rio de Janeiro tomaron la decisión de bloquear el acceso a las playas durante la noche del 31 de Diciembre para evitar las aglomeraciones e intentar frenar la propagación de coronavirus. La ciudad ha sido una de las más afectadas de todo Brasil por la pandemia de COVID-19.
Entre las medidas que se van a aplicar en la víspera de Año Nuevo se incluye la prohibición de circulación de vehículos a lo largo de unos 30 kilómetros del litoral carioca. Es allí donde, tradicionalmente, millones de personas suelen reunirse en la noche del 31 de Diciembre para recibir el nuevo año y observar un gran espectáculo de fuegos artificiales. De acuerdo a lo informado por la agencia de noticias AFP, solo las personas que vivan en los barrios aledaños tendrán permitido pasear por allí. En caso que esta medida no se respete, las personas podrán enfrentar multas de hasta 15000 reales, que equivalen aproximadamente a 2800 dólares estadounidenses.
Alexandre Cardeman, jefe ejecutivo del Centro de Operación de Rio, que se encuentra a cargo de la seguridad y el tráfico mediante videovigilancia, declaró que es necesario ser claros y firmes. «Tenemos que enviar un mensaje duro y directo a la población«. Cardeman también declaró que no solo depende de las medidas restrictivas, sino de que las personas se cuiden. «Pero el plan de acción es ante todo un instrumento para limitar las aglomeraciones», dijo. «Lo que queremos hacer entender, más allá de esas restricciones, es que mucho depende de nosotros mismos. Pase un Año Nuevo consciente y quédese en casa«.
Previamente la alcaldía ya había tomado medidas para evitar que se junten muchas personas en un mismo lugar. En este sentido, informaron que se prohibía el ingreso al barrio de Copacabana, donde se realizan la mayor parte de los festejos tradicionales, desde las 20 horas del 31 de Diciembre. Cardeman, por su parte, declaró que el mejor modo para homenajear a los fallecidos por la pandemia es la playa de Copacabana vacía.
Para poder mantener estas medidas van a haber unas 40 barreras policiales con la finalidad de impedir el ingreso a las calles que llevan al litoral, tanto para vehículos particulares como transporte público. De hecho, el metro tampoco circulará por esas zonas.
Si bien en un principio la Alcandía había planeado realizar festejos virtuales con espectáculos musicales, cualquier evento oficial fue cancelado. Cabe tener en cuenta que Rio supera los 15000 muertos por COVID-19, con una tasa de mortalidad de 216 por 100 mil habitantes, duplicando el promedio nacional, según informó AFP.