Según han indicado, se trata de una nueva especie de dinosaurio descubierto en el desierto de Atacama, que habría habitado la zona hace unos 66 millones de años. El hallazgo de este fósil se realizó en los años 90 y, desde el año 2000, lo estudia la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, el Museo Nacional de Historia Natural del país y el Laboratorio de Dinosaurios de Cuyo en Argentina.
El Ministerio de las Culturas de Chile presentó este lunes 19 de abril los restos del hallazgo de una nueva especie de dinosaurio, de unos 6,3 metros de longitud estimada. A juzgar por el relevamiento, el ejemplar habitó lo que hoy se conoce como la región de Atacama (norte de Chile) durante la parte final del periodo Cretácico, entre 80 a 66 millones de años atrás.
El ejemplar, bautizado como Arackar licanantay (nombre que significa «osamentas atacameñas» en lengua kunza), pertenece al grupo de los titanosaurios, animales herbívoros, cuadrúpedos, de cabeza pequeña y de cuello y cola larga. Se trata de un subadulto, por lo que se estima que podría haber llegado hasta los 8 metros de largo.
En cuanto a los restos fósiles identificados, los mismos corresponden a un fémur, un húmero, isquion y elementos vertebrales del cuello y dorso. Por el momento, es considerado uno de los fósiles de titanosaurio más completos hallados en el margen occidental de Sudamérica.
Es el tercer dinosaurio no aviar descrito en Chile, después de Atacamatitan chilensis y el Chilesaurus diegosuarezi, y su presentación fue oficializada a través de un artículo publicado en la revista especializada a nivel mundial Cretaceous Research y anunciada esta jornada en conferencia de prensa por las autoridades chilenas.
Haciendo un poco de historia respecto a este descubrimiento, cabe destacar que el hallazgo de este fósil se realizó en los años 90 por el geólogo chileno Carlos Arévalo, quien excavó el ejemplar junto con personal del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), en un sector ubicado aproximadamente 75 kilómetros al sur de la ciudad de Copiapó, en la región de Atacama.
Desde el año 2000, el estudio de estos restos fue realizado por un equipo de paleontólogos de las entidades mencionadas al principio de este artículo. Dicho análisis reveló varias características únicas, en especial aquellas de sus vértebras dorsales, que permiten diferenciarlo de otros animales del mismo grupo e identificarlo como una nueva especie.
El jefe del Área de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural, David Rubilar, expresó sobre el tema: «Constituye un hito relevante para el patrimonio paleontológico chileno. El grupo de los titanosaurios es muy amplio y diverso, con reiterados hallazgos en lo que hoy es Argentina y Brasil, sin embargo, es mucho menos frecuente encontrarlos en este lado de la cordillera, hay muy pocos registros«.
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