¿Amás salir de tu zona de la comodidad? ¿Te sentís obligado a explorar todos los rincones de la tierra? ¿Deseás experiencias culturales auténticas y paisajes que expanden la mente? ¿Tenés una lujuria incurable por la aventura? Si respondés sí a cualquiera de estas preguntas, es un indicio de que vas por buen camino para ser un verdadero viajero.
Si marcás las siguientes 11 cosas, podés considerarte un completo y verdadero viajero:
1. Tomar un autobús, un tren o un avión de noche
Algunos de los lugares más increíbles en la Tierra no son los más fáciles de acceder. Por esta razón, viajar de noche es a menudo la manera más eficiente o a veces la única para llegar a su destino. Un verdadero viajero no tendrá problemas con la idea de pasar la noche en el camino a su destino, a pesar de que podría enfrentar a una de las peores noches de sueño de su vida.
2. Atravesar una frontera a pie
Es muy diferente pasar entre países por transporte aéreo en lugar de caminar físicamente a través de una frontera, especialmente en un país en desarrollo. Por ej., el paso de Costa Rica a Panamá o Nicaragua a Costa Rica, requieren mucha paciencia y la capacidad de no cuestionar las costumbres de cada lugar. Un verdadero viajero sabe que esto es sólo parte de la aventura.
3. Viajar solo
Un verdadero viajero no renunciará a un viaje porque no tiene a alguien con quien viajar o que, inicialmente, tenga que viajar solo para reunirse con su compañero o grupo de viaje en el destino designado. Hay algo verdaderamente único en viajar solo, algo que solo aquellos que han viajado solo comprenderán.
4. Aprender a saludar y agradecer en varios idiomas
La capacidad de comunicarse en una multitud de idiomas es uno de las mejores capacidades que se puede tener como viajero. Sin embargo, la mayoría de nosotros sólo hablamos uno o dos idiomas. En la actualidad hay más de 6.000 lenguas habladas en el mundo y 23 de ellas se hablan entre más de la mitad de la población mundial.
Lo mejor que podés hacer cuando viajás a un país en el que no hablás la lengua materna es aprender a decir al menos, hola, adiós y gracias. Obviamente, cuanto más puedas agregar, mejor.
5. Usar gestos y señas para comunicarse
En línea con el punto anterior, los verdaderos viajeros han tenido que recurrir a la pantomima para comunicarse en un país donde no hablan el idioma nativo. El uso de movimientos de la mano, expresiones faciales exageradas o escenas de actuación a veces son la única opción para comunicarse. ¡Más personas de las que podrías esperar son realmente estupendas en jugar charadas!
6. Defender fervientemente un país que has visitado
Como un verdadero viajero, seguramente has llegado a darte cuenta que la mayoría de los viajeros aman los lugares que visitaron y creen con todo el corazón que todo el mundo debería conocerlo. Cuando escuchan comentarios como: «ese lugar es muy peligroso», «la gente odia a los turistas», o «serás secuestrado, robado o enfermo» los harán enojar y ellos van a intentar convencerte de todo lo contrario.
7. Perder de vista la tierra
El escritor francés André Gide dijo una vez que «el hombre no puede descubrir nuevos océanos a menos que tenga el valor de perder de vista la orilla». Si bien esto es cierto, desde un punto de vista filosófico, sugiere nuestra incapacidad para descubrir el mundo dentro de nosotros y fuera de nosotros. Hay que estar dispuestos a saltar lejos de nuestra zona de confort. Un verdadero viajero se dará cuenta de esto.
8. Ser testigo de un fenómeno natural
La Madre Tierra nos brinda cientos de fenómenos naturales sólo visibles para aquellos que les abren los ojos. Un verdadero viajero sabe mirar hacia arriba, alrededor e incluso debajo de la superficie para encontrar milagros ocultos del mundo natural. Fenómenos naturales como las auroras boreales en Noruega, una floración de plancton bioluminiscente en Tasmania y un agujero de marea en el río Amazonas son sólo algunas de las maravillas de nuestro mundo que sólo ahondan el deseo del viajero.
9. Asombrarse de algo gigante
Un verdadero viajero ha estado en presencia de algo gigante al menos una vez en sus escapadas. Esto podría ser, estar parado en la base de una cascada enorme, mirar para arriba un árbol de secoya antiguo, observar el paso de una ballena azul de más de 50 metros o maravillándose por las increíbles pirámides egipcias.
10. Observar o participar en una ceremonia tradicional, ritual o festival
Hay innumerables celebraciones fascinantes, rituales y festivales en todo el mundo y durante todo el año. Observar o participar en prácticas tradicionales o eventos en el país que está visitando es una experiencia de cambio de mente sin igual. Los verdaderos viajeros buscarán celebraciones culturales y eventos como el Festival de las Luces de la India, el Carnaval en Brasil, el Festival de las Linternas Yi Peng en Tailandia y La Tomatina en España.
11. Probar alimentos tradicionales de cada lugar
No hay nada más delicioso que comer gallo pinto en Costa Rica, pasta hecha a mano en Italia, paella de España, macrons en Francia o pho en Vietnam. Un verdadero viajero encontrará antojo en platos tradicionales de los lugares que ha visitado, y para aplacar su paladar mundano, tendrá que buscar restaurantes auténticos o tratar de recrear el plato en casa.