La Samaritaine, es el nombre que recibió un gran almacén, situado en el primer distrito de la ciudad de París, junto al río Sena, frente al Puente Nuevo. Está catalogado como monumento histórico desde el año 1990 y, por motivos de seguridad y deterioro, cerró en 2005. Desde aquel entonces, se dispusieron en el lugar grandes obras de restauración y, a poco de cumplirse 150 años de su inauguración, visitar La Samaritaine en París será posible. ¡En esta nota te contamos todo!
El emblemático grand magasin La Samaritaine, situado en el corazón de París, es una destacada joya de la arquitectura que tras muchos años de obras y una pandemia incluida en el medio, vuelve a abrir sus puertas a la ville lumière. Según ha trascendido, el proyecto de restauración priorizó cada detalle en la recuperación del lugar y dejó marca de una acentuada visión de respeto medioambiental por el grupo de distribución selectiva DFS, propiedad del gigante del lujo LVMH, accionista mayoritario de La Samaritaine.
El edificio, que se caracteriza por una mezcla armoniosa de art nouveau y art déco, no solo ha logrado recuperar su esplendor de origen y conservar su patrimonio, sino que también se prepara para volver a abrir sus puertas al público parisino y también a los visitantes extranjeros que quieran admirar un poco de la historia del lugar.
Sorprendentemente, la nueva Samaritaine tiene como objetivo presumir del mode de vie à la française, orientada a fascinar tanto a locales como a turistas a través de una atractiva experiencia de cliente. Con un vasto espacio de 20.000 m², acogerá una vasta boutique très parisienne que reúne 600 marcas francesas e internacionales tanto de de lujo como de jóvenes creadores, de moda, marroquinería, joyería… además de artículos relacionados con el art de vivre, gastronomíaà la française y un concept store.
Otro dato curioso a tener en cuenta es que en su interior se encontrará el departamento de belleza de 3.400 m², el más grande de Europa continental: 200 marcas de maquillajes y perfumería de lujo, trendys o unisex y cinco enclaves beauté, entre ellos una maison du parfum, un SPA, un bar de maquillaje y un beauty-studio.
Por qué visitar La Samaritaine en París
El gran almacén La Samaritaine en París fue fundado en el año 1870 por la pareja Ernest Cognacq y Marie-Louise Jaÿ, El sitio comenzó siendo una pequeña tienda que fue tomando auge gracias al ingenio y emprendimiento de sus propietarios. Según cuenta el relato, ya para el año 1900 se convirtió en los Grands Magasins de La Samaritaine, cuando los arquitectos Frantz Jourdain y Henri Sauvage, los artistas más en boga de la época, la ampliaron y la embellecieron, transformándola en un lujoso y revolucionario comercio para la época.
Durante más de 130 años fue considerado como un templo del consumo parisino: en esta icónica boutique de cuidada estética fue adquiriendo los inmuebles vecinos y prosperando gracias a sus métodos comerciales inspirados en el próspero Le Bon Marché, el premier grand magasin, pionero del comercio moderno. Quienes visitaban La Samaritaine podían encontrar allí una vasta variedad de productos y la posibilidad de deambular libremente por sus diferentes secciones coordinadas por responsables.
El charme y su recuerdo del París de la Belle Époque en este notable almacén han llevado a la construcción a ser reconocida a nivel nacional como Monument Historique. Ahora, además, se añade un toque contemporáneo en la fachada de la rue de Rivoli gracias al ingenio del reputado estudio japonés Sanaa –premio Pritzker 2010–, y la supervisión de Jean-François Lagneau, jefe de arquitectos de la entidad Monuments Historiques.
Para la renovación de la construcción y su pronta disposición de apertura para visitar La Samaritaine en París se han respetado, magnificado y revalorizado los elementos de época: ornamentos, mosaicos florales, su célebre y espectacular escalera central y balaustradas en hierro forjado. Asimismo, también se han utilizado materiales nobles para suelos, alfombras y mobiliario usando tonos grises y azules, según el decorado de origen, con la idea de recrear su pasado histórico con un aire contemporáneo.