- Es probable que quiera que todo el mundo sepa que es Argentino.2.
- Quiere explicarle al Tibetano cómo solucionar sus problemas ancestrales, en dos o tres simples pasos, y en español.
- Repite frases como: “es aseee boludo”, “daaa cuuuliao tomate un ferné”, “claaaro , vos sos un crá”, “ponete las pilas che”…
- No tiene dinero para pagarse el hostel pero se suscribe a un programa de buceo en Gilli Trawangan, e invita a todos sus amigos a tomar fernet (importado) para festejar.
- Es un excelente anfitrión sea cual sea la nacionalidad del invitado, a no ser que el invitado sea él; entonces querrá ser anfitrión.
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- Promueve la Patria Grande (Latinoamérica) mientras que le explica a un Uruguayo que la murga, el carnaval y el tablado se inventaron en Argentina.
- Su lugar de residencia temporal parece una embajada: hay banderas argentinas por todos lados.
- Puede pasar de ser un moderador clemente a un opinador demente si se lo contradice en temas esenciales de la vida, como “quién es el mejor futbolista de la historia”.
- Lleva a todos lados la camiseta de su equipo, sin importar lugar o situación.
- Habla fuerte.
- Muy fuerte.
- Te dará un beso. No importa si sos hombre o mujer. Te dará un beso.
- Es experto en abrir heladeras ajenas.
- Te recomendará una canción, y cuando la escuches te explicará (en simultáneo) cada verso. Y así sucesivamente. Tal vez un día la termines.
- El Rock es Nacional, y el Pity Alvarez es su Profeta.
- Tarde o temprano se rodeará de sus pares, con quienes querrán mostrarle al mundo las bondades del argentinismo.
- «Boludo» es como el punto y coma: separa conceptos pero puede repetirse en una misma oración, de forma indefinida.
- Chamuyará a diestra y siniestra, sin cansancio ni distinción.
- Le nace un repentino (y feliz) sentido de comunidad y admiración para con sus hermanos latinos, especialmente Chilenos y Uruguayos.
- Habla de Iguazú mientras está en el Niágara, de la Patagonia mientras está en Alaska, y de otro país mientras está en Argentina.
- En una Working Holidays, se quejará de que no hay trabajo y se quejará de que tiene que trabajar.
- Te preguntará lo mismo una y otra vez; hablará de lo mismo una y otra vez. Y te lo volverá a preguntar.
- Pide multitud de consejos y termina haciendo lo que le place. Y así consecutivamente.
- Se obsesiona de forma patológica con que “no lo dejen entrar a un país”, hasta que cruza la frontera, entonces se le pasa y vuelve a infringir la ley.
