¿Viajas a Viena y estás buscando información sobre los sitios más importantes? ¡Excelente! Anota en tu itinerario la Catedral de San Esteban, mejor conocida como Catedral de Viena. Esta impresionante e histórica estructura es uno de los lugares más visitados de la capital de Austria, ya que aquí se alojan varias curiosidades que resultan de interés a los ojos de los viajeros amantes de la historia y la arquitectura.
Si sientes que tú también encajas en este grupo, te invitamos a continuar leyendo, pues en la siguiente nota te traemos todo lo que necesitas saber sobre la Catedral de Viena.
¿Qué debes saber de la Catedral de Viena?
Ubicación
La Catedral de Viena se encuentra localizada en la plaza de San Esteban, abreviada popularmente como Stephansplatz, en pleno centro de Viena, capital de Austria.
Inicios de la Catedral de Viena: sobreviviendo a las remodelaciones
La primera iglesia comenzó su construcción en el año 1137, con una estructura románica. En 1147, cuando aún se encontraba parcialmente construida, fue solemnemente dedicada a San Esteban, uno de los primeros mártires del cristianismo. La obra finalizó recién en el año 1160, pero siguió sufriendo importantes reconstrucciones y extensiones hasta 1511.
Muchos años después, más específicamente en 1258, un gran incendio destruyó parte importante de la estructura original. Es por esto que las autoridades se vieron obligadas a construir un reemplazo más grande, también de estilo románico. La iglesia pudo reabrir sus puertas recién el 23 de abril de 1263.
La estructura se mantuvo tal cual hasta comienzos del siglo XIV, cuando el rey Alberto I ordenó construir un coro gótico de tres naves en el ala este de la iglesia. Uno de los principales requisitos para esta nueva construcción, era que la estructura fuera lo suficientemente ancha como para encontrarse con las puntas de los antiguos transeptos. La construcción finalizó 36 años después, en 1340, y fue consagrada por el duque Albert II, hijo del rey.
Estructuras como La Nave, la Capilla de Santa Bárbara y la Torre Sur fueron añadidas a lo largo del siglo XV.
Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio volvió a pasar por una destrucción casi total. Su reconstrucción fue llevada a cabo entre los años 1948 y 1962, cuyo esfuerzo involucró a toda Austria y dejó entrever el afán de toda la nación para restaurar este mítico edificio que fue testigo de toda la historia del país.
La Catedral de Viena hoy
Actualmente, todo lo que queda de la estructura original es la enorme puerta y dos de sus torres. Debido a su antigüedad, la Catedral de Viena no solo es dueña de una arquitectura impresionante, sino que también posee un gran valor artísticos. De hecho, los expertos dicen que la estructura es el ejemplo más representativo del estilo gótico en Austria.
Curiosidades de la Catedral de Viena
Medidas de la Catedral de Viena
Las medidas de la catedral son realmente asombrosas, y es por eso que resulta tan imponente a la vista: posee 108 metros de longitud, 39 metros de ancho y 137 metros de altura. Impresionante, ¿verdad?
Lo más antiguo de la Catedral de Viena
La parte más antigua de la Catedral de San Esteban de Viena es la entrada principal, mejor conocida como Portal Gigante. Fue construida en el año 1260 por orden del rey Otakar II de Bohemia. Cuando la visites, te invitamos a posar tu mano en el Portal Gigante: estamos seguros de que tendrás la sensación de viajar en el tiempo. Tener entre las manos un trozo de historia es impactante.
Torre Sur
Esta es una de las zonas más importantes de la Catedral de Viena, y te recomendamos fervientemente visitarla. Eso sí, ten en cuenta que para llegar a la cima deberás subir un total de 343 escalones, así que no es la actividad adecuada si no tienes las rodillas en buen estado o una botella de agua a mano. Pero si gozas de buena salud y estás dispuesto a hacer algo de ejercicio, no te arrepentirás de hacer la escalada.
Cada día, la cima de la Torre Sur obsequia a sus visitantes una de las mejores vistas de Viena.
Símbolo de la resistencia
Como dijimos anteriormente, la Catedral de Viena es uno de los símbolos más importantes de Austria. En parte, esto se debe a que este templo religioso ha representado el epicentro de la resistencia contra los invasores.
Cuando visites la catedral, podrás ver las huellas de todos los sucesos que se ha visto obligada a atravesar. Por ejemplo, en la Torre sur aún quedan dos balas de cañón incrustadas. Las autoridades decidieron dejar este tipo de marcas con el objetivo de preservar la memoria y la historia de la ciudad.
Boda de Mozart
Muchos de los lugares de interés de la capital de Austria están relacionados con la música y sus respectivos creadores. Por supuesto, la Catedral de Viena no es la excepción: allí se casó Mozart, un compositor que, si bien no gozó de demasiado apoyo entre los vieneses, fue reconocido a nivel mundial, y en el año 2006 se juntó la celebración del 250 aniversario de su nacimiento.
Púlpito gótico
Otra de las curiosidades que más atrae a los visitantes es el púlpito que se posa sobre la catedral. Es considerado una joya europea de carácter único.
Este púlpito data del año 1514 y está conformado por siete bloques de piedra caliza. En la decoración se distinguen los cuatro padres de la Iglesia y un retrato de Anton Pilgram, el maestro de obras de la Catedral de Viena. Su imagen se encuentra en el zócalo del púlpito, apoyado como si estuviera asomándose a una ventana.
La balaustrada del púlpito de la catedral tiene una pelea legendaria entre sapos y culebras, símbolos del mal, y un perro, símbolo del bien.
Tejados
La magnífica Catedral de Viena ofrece una visita a sus tejados entre los meses de junio y septiembre (¡sí, puedes recorrer sus tejados!).
Si viajas en esta época y deseas vivir esta experiencia, puedes aprovechar las visitas guiadas nocturnas que salen de la taquilla de la Torre Sur, ¡te aseguramos que no te arrepentirás!
Órgano gigante
Mejor conocido como “el órgano gigante”, este impresionante instrumento está conformado por 10.000 tubos y data del año 1886.
Altares
Cuando visites la Catedral de Viena, no pierdas la oportunidad de visitar su altar y las dos obras que se encuentran a su lado: la capilla lateral izquierda, compuesta por 72 figuras de santos pintados, y la tumba del emperador Federico III, que fue hecha en mármol rojo.
Además, también te recomendamos visitar el cuadro de la Virgen de los criados: tiene más de 600 años de antigüedad y es una verdadera obra de arte que no te puedes perder.
Cripta de la Catedral de Viena
También conocida como “las catacumbas”, la cripta de la Catedral de Viena es un sitio por demás curioso. En ese sitio se conservan múltiples sarcófagos que datan del siglo XVIII, los cuales provienen de Bürgerfriedhof, un antiguo cementerio que se encuentra alrededor de Stephansplatz. Además, dentro de esta cripta se encuentran los restos de varios obispos y algunos miembros de la dinastía Habsburgo.
¿Cuál es el mejor momento para visitar la Catedral de Viena?
Si bien la Catedral de Viena forma parte de los monumentos más importantes de Austria, lo cierto es que el edificio sigue abierto a la comunidad y se encuentra brindando ceremonias constantemente. Con esto queremos decir que allí se celebran hasta 7 misas de lunes a sábados y 10 los días domingos. Además, durante la Navidad, Cuaresma o Semana Santa, se encuentra especialmente concurrida.
En el caso de que no quieras asistir a las misas, te recomendamos visitar la catedral a primera hora de la mañana, o bien al atardecer.
Costo de la visita
En el caso de que quieras asistir a misa, la entrada a la Catedral de Viena es gratuita. Pero si quieres realizar una visita turística, deberás abonar un pequeño monto de dinero. A continuación, te dejamos los valores:
- Acceso a la zona central de la Catedral de San Esteban con audioguía y a las catacumbas: €5,50 los adultos, €3 los adolescentes que tengan entre 14 y 18 años, y €2 los niños. Hay visitas guiadas cada media hora hasta las 16.30 horas.
- Visita a la Campana Pummerin, Torre Norte de la Catedral de Viena: €5,50 los adultos y €2 los niños que tengan entre 6 y 14 años.
- Visita completa con audioguía: €14,50.
Cómo llegar a la Catedral de Viena
Si te preguntas cómo llegar a la Catedral de Viena, nosotros te recomendamos que utilices el transporte público: en el caso de que ya hayas recorrido la ciudad con anterioridad o tienes prisa, el metro es una opción rápida para llegar a destino; pero si prefieres disfrutar de Viena y observar con tranquilidad todos los recovecos, el tranvía es para ti. A continuación, te detallamos qué líneas debes tomar y en qué estación bajar:
- Si escoges el tranvía, los autobuses A1, 2A y 3A son los que te dejan en Stephanplatz, justo enfrente de la catedral.
- Si te viene mejor tomar el metro, deberás bajar en la estación de la misma plaza.