Volar con un bebé es una experiencia completamente diferente. Y si lo haces solo, sin nada de ayuda, debes estar más preparado. Nunca llamaría divertida a la experiencia, como estar acostado en una playa en St. Barts con una copa de rosado en la mano. No, definitivamente no es eso. Pero, sorprendentemente, tampoco fue un una tortura.
Aquí, para padres primerizos y futuros padres, hay consejos y trucos que les harán todo más fácil.
1. Primero haz un vuelo corto
Aquí nadie necesita ser un héroe. Si la perspectiva de volar con un bebé te asusta, elige un destino al que sea fácil llegar, en menos de dos horas. La razón: no importaba lo mal que se pusieran las cosas en el aire, la dulce y gloriosa tierra no está demasiado lejos.
Un dato que suma muchos puntos es que si viajas con un bebé menor de dos años (un bebé en brazos), puede volar gratis si se sienta en tu regazo. Todo lo que tienes que hacer es avisar a la aerolínea, ya que es posible que tu bebé necesite una identificación.
2. Lleva todos los papeles necesarios
Dependiendo del país es el tipo de papeles que exigen para que los bebés puedan viajar en vuelos nacionales. Esto cambia si se trata de vuelos internacionales, ya que si se viaja solo se necesitan una serie de permisos que demuestre que se tiene la autorización para viajar con el menor.
Lo ideal es tomarse el tiempo de preguntar en el país de origen qué es lo que se necesita para salir con el menor. También hay que llamar a la embajada del país de destino para llevar todo lo que vayan a pedir al momento del ingreso.
Siempre es mejor estar prevenido y llevar de más a ver perjudicado el viaje por falta de papeles.
3. Date veinte minutos extra para llegar al aeropuerto
Quince o veinte minutos más pueden hacer la diferencia. Tienes que tener en cuenta que no vas solo con las maletas, tienes que lidiar con un cochecito, un asiento para el automóvil y una bolsa de pañales, eso sin dejar de lado al bebé y sus múltiples juguetes.
Así que esos minutos adicionales, resultan cruciales para entrar y salir del automóvil y pasar por seguridad con todas estas cosas adicionales. Esto sin contar imprevistos que pueden surgir en el camino, como tener que cambiar un pañal o preparar una mamila.
4. Empaca liviano
Hay que hacer una lista detallada con todo lo que hay que lleva en bolsa de pañales: pañales, toallitas, cambiador, baberos, conjuntos de repuesto y mucha fórmula. A eso hay que sumarle la ropa, los elementos necesarios para las vacaciones, los papeles y algunas otras cositas. Recuerda que entre más pequeña sea tu bolsa y/o malte más fácil te va a ser moverte por todos lados.
5. El cochecito indicado
El gran debate con un cochecito es si debe facturarlo como una pieza de equipaje normal y llevar al bebé por el aeropuerto en un portabebés. O, ¿te ocupas de la molestia de pasar todo el dispositivo por seguridad y revisarlo en la puerta? Con este último, claramente tienes la ventaja de no llevar a tu bebé cargado en todo momento.
Lo mejor es siempre ir con la carriola, pues facilita todo el proceso, desde llevar al bebé cómodo hasta las cosas. Esto permite ir mucho más tranquilo. Pero ojo, no todos los cochecitos son aptos avión, hay ciertas dimensiones que se deben respetar para que te permitan subirlo al avión.