Diversas investigaciones dirigidas por el arqueólogo valenciano Llorenç Alapont en la necrópolis de Porta Sano, Pompeya, Italia; han dado con una antigua urna que contiene más de seis litros de un líquido rojizo oscuro, que podría ser el vino más antiguo hasta el momento. Se estiman unos 2.000 años de antigüedad.
Bajo tierra y cubierta por dos tejas a doble vertiente, los arqueólogos hallaron una caja de metal y dentro, una excepcional y lujosa urna de vidrio. El recipiente que contiene el líquido rojizo, se encontró en otra tumba del panteón familiar que albergaba las cenizas de Novia Amabilis, la esposa de Marcus Venerius Secundio, junto a las de tres niños que probablemente sean sus hijos.
Por ahora, las primeras pruebas de laboratorio realizadas en Valencia, revelan que el líquido encontrado en Pompeya contiene taninos, al igual que el vino. Los expertos están comparando la muestra con caldos actuales para ver en cuánto se asemeja y en cuánto difiere con un vino actual.
Marcus Venerius Secundio había sido un liberto que tomó el apellido de la ciudad de Pompeya, colonia Veneria, y guardián del templo de la diosa Venus, la deidad más importante de la urbe.
A través de una inscripción encontrada, los investigadores contemplan la posibilidad de que tal vez fuera el propio Nerón quien le concedió la libertad a Marcus. En dicha inscripción se puede leer que Nerón visitó el templo de Venus de Pompeya después del terremoto del año ‘62 y donó muchísimas monedas de oro. Tal vez Marco Venerio buscó imitar a Nerón con el patrocinio de los juegos (ya que en la tumba han encontrado una moneda del 65 d.C. que celebra los juegos neronianos, la Neronia) e incluso su inusual embalsamiento podría haberse inspirado en el emperador romano.
“Nerón decidió inhumar y embalsamar el cuerpo de su esposa Popea al modo de los reyes griegos egipcios (…) Marcus Venerius pretendió hacer lo mismo”, señaló Llorenç Alapont, antes de aclarar que la práctica de la inhumación y del embalsamamiento era muy escasa en el Imperio Romano. “Pocas personas se lo podían permitir y era un signo de distinción”.
Se intuye que Marco Venerio, logró preservar así su cuerpo, que fue hallado parcialmente momificado, con la cabeza cubierta de cabello canoso. Aún conserva una oreja, cartílago y parte de los intestinos, que están siendo analizados y seguramente aportarán más información sobre la vida en Pompeya.