El nacimiento de una camada de 7 ejemplares pone de relieve nuevamente la esperanza de que las poblaciones australianas puedan recuperarse en el mediano o largo plazo de la extinción casi inevitable de esta especie. Cabe destacar que, como consecuencia de la casa y acoso humano, el demonio de Tasmania desapareció de Australia continental hace alrededor de 3.000 años.
Aussie Ark, la organización sin fines de lucro local que se encarga de la conservación de especies en peligro a partir de un proyecto de preservación animal -con sede cerca de Barrington Tops de Nueva Gales del Sur-, destacó que los cachorros gozan de buena salud. De esta manera, son 7 cachorros de demonio de Tasmania en Australia que abren un nuevo horizonte para la especie.
Los pasos a seguir, según las autoridades locales, serán encargar que los cuidadores de las zonas naturales protegidas en donde nacieron hagan monitoreos cercanos de la nueva camada. En cuanto a las semanas que se aproximan, eso también será fundamentales para su formación: si crecen adecuadamente, Aussie Ark precisó que podrán ser liberados de manera eventual para que habiten el ecosistema australiano.
El demonio de Tasmania (cuyo nombre científico es Sarcophilus harrisii) es el marsupial carroñero más grande de la Tierra. Fueron aniquilados en el continente después de ser cazados por dingos, un tipo de perro salvaje, y desde entonces han estado confinados en el estado insular de Tasmania. Incluso en el territorio insular de Tasmania, las poblaciones de este animal se han reducido significativamente a causa de una enfermedad que les causaba tumores en el rostro.
Se trata de una especie robusta y musculosa, puede alcanzar el tamaño de un perro doméstico pequeño. A pesar de que puede cazar sus propias presas, prefiere alimentarse de cadáveres de animales muertos: este fenómeno se registró por primera vez en la década de los 90 y, en la actualidad, se tiene estima que existen 25 mil ejemplares en libertad.