Arthur Brand es un investigador neerlandés, apodado el «Indiana Jones del Mundo del Arte» por su gran destreza al recuperar valiosas obras de arte robadas. En esta ocasión asegura haber recuperado la reliquia de la «Preciosa Sangre de Cristo», uno de los artefactos más sagrados que le hayan robado a la Iglesia Católica.
El recipiente decorado, de unos 30 centímetros de alto, tiene dos bulbos metálicos y, según la Iglesia Católica contiene gotas de sangre de Jesús recogidas en el Santo Grial durante la crucifixión. Se encuentra en una caja de cobre dorada con piedras preciosas incrustadas, así como imágenes de Cristo en la cruz y otros santos. Ha sido objeto de alabanza de peregrinos católicos por más de mil años. La obra se encontraba en la Abadía de Fecamp, en la región francesa de Normandía (norte), hasta que fue robada en los primeros días de junio, dos semanas antes de las celebraciones del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Brand contó que su participación en el caso comenzó poco después del robo, cuando recibió un mensaje protegido de una persona anónima que aseguraba tener en su posesión los bienes robados. «Esta persona me hablaba de parte de otro, en cuya casa estaban guardadas las reliquias. Le expliqué entonces que tener en su casa la máxima reliquia, la sangre de Cristo, robada, era una maldición». Y fue así como logro convencer al ladrón de deshacerse de ella, y justo un mes después del hurto, apareció en la puerta de su casa, dentro de un caja y en perfecto estado.
«Ellos conocían mi reputación. Lo más importante es devolver esto a la Iglesia. Esperamos que permanezca allí otros mil años», declaró Brand a un medio de noticas. Cabe destacar que el erudito detective se ha encargado de resolver casos de obras muy importantes, tales como las estatuas de bronce «Los caballos de Hitler», una pintura de Picasso y un anillo que perteneció a Oscar Wilde.