Los perros lloran “lágrimas de felicidad” cuando sus dueños regresan a casa, según un estudio inspirado por un científico cuyo propio cachorro se llenaba de alegría cada vez que se reunían.
Es bien sabido que los perros tienen conductos lagrimales diseñados para eliminar la suciedad de los ojos, pero el proceso nunca se había relacionado con la emoción, hasta ahora.
El profesor Takefumi Kikusui decidió investigar después de que su caniche tuviera cachorros y notó que la cara del perro cambiaba cuando amamantaba a los bebés. Tenía lágrimas en los ojos.
Eso le dio la idea de que la oxitocina podría estar causando la inundación acuosa y los perros, como los humanos, pueden producir lágrimas cuando están inundados por la emoción.
La oxitocina se conoce como la «hormona del amor» o materna y él sabía por observaciones anteriores que la oxitocina se libera tanto en los perros como en sus dueños durante las interacciones. Entonces, decidió realizar un experimento para ver si hacía llorar a los perros.
El profesor Kikusui, de la Universidad de Azabu en Japón, usó una prueba estándar para medir el volumen de lágrimas de referencia de los perros antes de reunirse con sus dueños. Descubrieron que el volumen aumentó en un 10% cuando los animales volvieron a estar juntos con su humano favorito. No aumentó cuando se trataba de una persona que no conocían bien.
Cuando agregaron oxitocina a los ojos de los perros, el volumen de sus lágrimas también aumentó. Ese hallazgo respalda la idea de que la liberación de oxitocina desempeña un papel en la producción de lágrimas cuando los perros y su gente vuelven a estar juntos.
“Nunca habíamos oído hablar del descubrimiento de que los animales derraman lágrimas en situaciones alegres, como al reunirse con sus dueños, ¡y todos estábamos emocionados de que esto fuera una primicia mundial!”, dijo Kikusui, cuyo estudio fue publicado esta semana en la revista Current Biology.
El equipo japonés aún no ha probado si los perros producen lágrimas en respuesta a las emociones negativas. También se preguntan si los perros lloran cuando se reencuentran con otros perros.
Por ahora, dicen que parece tener claras implicaciones para el vínculo perro-humano. Han postulado que tal vez hubo una fuerza impulsora evolutiva detrás del proceso, porque los perros con ojos llorosos pueden forjar una conexión más fuerte entre las personas y sus perros, una relación que se remonta a decenas de miles de años.
“Es posible que los perros que muestran ojos llorosos durante la interacción con el dueño sean más cuidados por el dueño”, dice Kikusui.
