Las ciudades esponja fueron propuestas para generar una solución al urbanismo climático, es a través de la búsqueda de soluciones relacionadas a la naturaleza, como por ejemplo el agua, se fue capaz de erosionar y derrumbar cualquier infraestructura humana mal ubicada.
¿Qué es una ciudad esponja?
Las ciudades esponja fueron un proyecto lanzado en el año 2000 por Kongjian Yu, sin embargo no logró cobrar mucha relevancia. En 2014, fueron retomadas y adaptadas por el PCCh, para finalmente ser exportadas por todo el planeta. Este tipo de ciudades se caracterizan por tener un modelo urbano que está capacitado para lidiar con fenómenos naturales como riadas, monzones, crecidas, inundaciones u otras manifestaciones acuáticas, usando sus sistemas de drenaje que evitan la acumulación de agua sobre un pavimento impermeable.
¿Cómo funcionan las ciudades esponja?
Los entornos urbanos de prácticamente todo el planeta han seguido el modelo urbanístico de los países desarrollados de mediados del siglo XX. Esto es, ciudades centradas en el coche e impermeables al agua, construidas con hormigón y asfalto. Estos materiales no permiten el drenaje del agua y favorecen la acumulación de esta, además de incrementar el efecto ‘isla de calor’.
La intención de las ciudades esponja es poder resolver este problema al plantearse un diseño de infraestructura verde que permita que el agua pueda ser filtrada hacia el subsuelo. Así es como conviven dos mecanismos: tanques de tormenta a ras de suelo para almacenar aguas, y zonas verdes que envían el agua hacia abajo.
¿Por qué son necesarias las ciudades esponja?
Es un hecho histórico que durante siglos y siglos la humanidad ha estado en constante lucha con el agua. Se han tomado medidas como la construcción de muros, la impermeabilización de los suelos o el diseño de una infraestructura de bombeo para intentar desplazar el excedente. Hoy se sabe que estas estrategias no funcionaron, y somos conscientes que muchas partes del planeta sufren el exceso de agua.
El objetivo de este tipo de ciudades tan características, es que logremos convivir con el agua, reduciendo su velocidad, ayudando a distribuirla y a filtrarla.
¿Qué tan efectivas son las ciudades esponjas?
Las ciudades esponja son muy efectivas, aunque la realidad es que muy pocas de ellas han sido diseñadas utilizando de base la idea original de Yu Kongjian. Por ejemplo, en ciudades que se hacen llamar a sí mismas ciudades esponja se sigue construyendo en las zonas naturales de desagüe de las corrientes; un error urbanístico común que afecta cada pocos años a las familias.
Algunos ejemplos de ciudades esponja
Ciudades esponja de China
China es el país con mayor número de ciudades esponja. Baicheng, Qian’an, Jiann, Xixian y varias docenas más, con los destacados de Shanghai y Shenzhen, ya han adaptado parte de su infraestructura. Este país se ha marcado el objetivo de que en 2030 el 80% de sus áreas urbanas absorban el 70% del agua.
Berlín, ciudad esponja
Berlín es una de las ciudades que se postula a favor del modelo de esponja urbana. Desde 2007 están aumentando la densidad urbana y liberando espacio que sirva de capa de absorción. Los tejados verdes y jardines verticales son otras herramientas necesarias.
Beira, en Mozambique
Por su ubicación en una zona con miras al océano y parcialmente rodeada por el río Pungwe, Beira es una de las ciudades africanas que más podría beneficiarse de transformar su urbanismo. En 2019 el ciclón Idai casi destruye la ciudad, y esta pretende remodelar la ciudad con foco en el modelo de esponja.
Yakarta, un urbanismo al límite
Yakarta se hunde, y parece que la única forma de conservar la ciudad es transformándola desde los cimientos, literalmente. Dejar paso a los caudales naturales, dejar de vaciar los acuíferos y evitar sobrecargar algunas áreas con el peso del hormigón son algunas soluciones pendientes de ejecución.