El Comité para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado del Segundo Protocolo de 1999 de la Convención de La Haya de 1954 discutió el despliegue de medidas para fortalecer la protección de los bienes culturales en tiempos de paz y conflicto armado. En ese intercambio, se decidió la distinción del Museo Nacional de Antropología como un bien a ser protegido en tal nivel.
El Museo Nacional de Antropología es uno de los recintos museográficos más importantes de México y de América: está concebido para albergar y exhibir el legado arqueológico de los pueblos de Mesoamérica, así como para dar cuenta de la diversidad étnica actual del país. Se trata del primer recinto de Latinoamérica en ser considerado en este registro, por lo que es la primera propiedad de la región que tendrá el más alto nivel de protección por parte del organismo especializado de las Naciones Unidas que se dedica a cuestiones vinculadas a la Educación, la Ciencia y la Cultura.
En una decisión histórica, el Comité inscribió al Museo Nacional de Antropología de México en la Lista Internacional de Bienes Culturales bajo Protección Reforzada de la UNESCO. Es la primera propiedad de América Latina en recibir este nivel más alto de protección. En sus deliberaciones, el Comité alentó a todos los Estados Partes a proponer sus bienes culturales para una posible inscripción.
Comunicado oficial de la Unesco
Ubicado en Ciudad de México, más precisamente en la Avenida Paseo de la Reforma del Bosque de Chapultepec, un parque urbano localizado en la alcaldía Miguel Hidalgo y considerado el mayor en su tipo en el hemisferio occidental, el Museo Nacional de Antropología comprende un espacio de reflexión sobre la rica herencia indígena de la multiculturalidad presente en México. Cuenta con 22 salas y más de 45 mil metros cuadrados de construcción.
A partir de esta nueva distinción del espacio cultural como un bien cultural con protección reforzada en caso de conflicto armado, la Unesco considerará diversas estrategias para cuidar el inmueble tanto en el caso de que el país donde se ubica esté en conflicto armado o se encuentre en tiempo de paz. Al respecto, el subdirector general de Cultura de la UNESCO, Ernesto Ottone, comentó que la protección a los bienes es relevante debido a los conflicto violentos que se están viviendo en diferentes partes del mundo.
“En esta hora, cuando todos somos testigos de un nivel sin precedentes de destrucción y daño a los bienes culturales en todo el mundo, nuestro compromiso de trabajar juntos es de suma importancia”, comentó Ottone. Por su parte, en un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el director del museo, Antonio Saborit, reconoció la enorme valía del Museo Nacional de Antropología “como el complejo cultural que es y acentúa su horizonte de futuro como punto de encuentro y surtidor de saberes”.
En paralelo, el Comité para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado aprobó mecanismos de seguimiento y supervisión en virtud del Segundo Protocolo de 1999 para fortalecer la capacidad propia de vigilar los posibles daños a los bienes culturales, incluso mediante el uso de tecnologías de teledetección. Estos mecanismos de monitoreo, con financiamiento para respaldarlos, permitirán que el Comité lleve a cabo un monitoreo ad hoc de los bienes culturales que han sido dañados o destruidos, o que están amenazados de destrucción. Esta propuesta se presentará a la Reunión de las Partes para su aprobación en diciembre de 2023.
Al miso tiempo, la Secretaría presentó también sus actividades en Ucrania y, en particular, su evaluación de los daños a los sitios culturales, realizada también a través del análisis de imágenes satelitales. A través del Fondo de Emergencia del Patrimonio, la UNESCO brindó asistencia técnica y financiera, entre otras cosas, a la ciudad de Odesa para restaurar el techo histórico dañado y las ventanas del Museo de Bellas Artes de Odesa, marcar 54 sitios culturales en el centro de la ciudad con el distintivo escudo azul emblema de la Convención, y para digitalizar más de 1000 objetos en el Museo de Bellas Artes de Odesa y el Museo de Arte Moderno de Odesa.