Tobuna, la yaguareté emblema del proyecto de reintroducción de la especie en los Esteros del Iberá, murió a sus 22 años: fue el primer individuo en ingresar al proyecto y abrió las puertas a la llegada de más ejemplares que convirtieron a esta ambiciosa iniciativa en un ejemplo pionero a nivel mundial.
La icónica hembra de yaguareté, embajadora del proyecto de reintroducción de la especie en Iberá, falleció a los 22 años, superando la esperanza de vida de sus pares, que viven hasta 15 años en libertad. Tobuna marcó el camino del regreso del yaguareté a Corrientes después de 70 años de extinción y hoy sus descendientes viven libres en el Iberá.
Tobuna nació en cautiverio en Tucumán en 2001 y fue transferida luego al Bioparque de Batán en Mar del Plata. Desde aquí llegó como donación al proyecto de reintroducción de la especie en los Esteros del Iberá, en abril del 2015. Nacida y criada en cautiverio, Tobuna no podía ser liberada. Pero vivió buena parte de su vida entre los montes y pastizales de grandes corrales del Centro de Reintroducción de Yaguareté ubicado en la isla San Alonso, en el corazón de Iberá.
Este ejemplar cumplió un papel importantísimo como embajadora del proyecto, dándolo a conocer tanto a nivel regional como nacional e internacional. Recibió numerosas veces la visita de los pobladores vecinos al Iberá, que así comenzaban a familiarizarse con el yaguareté, especie que pronto iba a volver a recorrer libre estas tierras y con quien deberían convivir.
Al ser un individuo ya grande cuando arribó al proyecto no tuvo crías en Iberá, pero sí lo hizo su hija Tania, también donada al proyecto por el Bioparque de Batán. Por lo tanto, Tobuna es abuela y bisabuela de dos generaciones de yaguaretés que ya viven libres en la inmensidad de los esteros. Según indicó la Fundación Rewilding Argentina a través de un comunicado, desde el año 2019 Tobuna vivía en el Centro de Conservación de Fauna Silvestre “Aguará” en Corrientes, donde su personal le proporcionaba los cuidados que necesitaba, incluyendo los tratamientos veterinarios.
Esta yaguareté deja un gran legado en la historia de la conservación así como en la cultura de Corrientes. Entre los muchos ejemplos de su legado es posible mencionar las obras de artistas que se inspiraron en ella, como el músico mburucuyano Juan Carlos Jensen que le dedicaba un chamamé en el 2016: “La nación chamamecera que por años la extrañó, el Iberá nostalgioso hace tiempo que te espera, y todos los Correntinos felices con tu presencia”. En la última edición de la Fiesta Nacional del Chamamé, celebrada en enero pasado, se le rindió homenaje a través del espectáculo “Chamamé para un mundo nuevo”.
Cabe destacar que el yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino del continente americano —los
machos llegan a pesar hasta 140 kilos—y está categorizado como en Peligro Crítico de Extinción en Argentina principalmente debido a la cacería, disminución de la abundancia de sus presas y a la destrucción y fragmentación de su hábitat. Con una población estimada en 200-250 individuos, la especie ocupa menos del 5% de su área de distribución histórica en Argentina.