El animal, de cinco metros, fue devuelto con vida a mar abierto ayudado por vecinos y agentes de la Policía Local de Begur
Un Zifio (cetáceo de la familia Ziphidae) juvenil de unos 5 metros de largo, quedó varado este miércoles en la arena de la cala del Port des Pi de Begur (Baix Empordà) y entre algunos vecinos y agentes de la Policía Local se devolvió al mar. Todavía seguía con vida a pesar que según los expertos, por poco tiempo. Se trata de una especie de cetáceo buceo profundo, como el cachalote, que acostumbra a alimentarse a mil metros de profundidad y por lo tanto lejos de la costa, lo que le hace muy difícil de ver. En el último medio siglo han varado media docena en el litoral catalán, el último en estado de descomposición en 2015 en Mataró.
El ejemplar de Begur presentaba unas heridas a lo largo de todo su cuerpo “inusuales y de origen difícil de determinar”, según el profesor del Instituto de Recerca de la Biodiversitat (IRBio) de la Universitat de Barcelona, Manel Gazo. El investigador apunta que el animal es el primero que vara “en buen estado” en el litoral en al menos 20 años. La calidad de las imágenes a las que han tenido acceso y la poca información del animal de que se dispone, hace que los expertos duden de qué especie de zifio pueda tratarse –se conocen 21 especies- del género Ziphius o Mesoplodon. En el supuesto que se pudiera confirmar que se trata de este último, destaca Gazo “sería todavía más insólita su presencia en Begur ya que en nuestras costas se han registrado muy pocas citas de avistamientos de estos grandes cetáceos marinos”.
Uno de los vecinos, paseaba este miércoles por la tarde por el paseo de ronda que une las playas de Sa riera y la Illa Roja en Begur, logró percatarse de la presencia de un gran animal marino en el agua y creyó que era un delfín. Le siguió con la mirada y vio que se iba acercando hacía la cala del Port des Pi hasta quedar varado en la arena. De inmediato dio media vuelta para ir a socorrerle y alertó a la Policía Local. Esta a su vez llamó a la Guardia Civil y a los Agentes Rurales, que no estaban de servicio, pero activaron al CRAM (Centro de Recuperación de Animales Marinos).
Tras comprobar que el animal seguía vivo, algunos vecinos y los agentes le ayudaron a girarse para poder volver al agua, lo que consiguieron al cabo de unas horas. El animal estuvo unos minutos en la orilla y finalmente desapareció en el mar. Finalmente los biólogos del CRAM no acudieron al lugar, pero sí solicitaron a los agentes que buscaran por los alrededores para ver si el animal quedaba varado de nuevo en algún punto cercano. La Policía Local con la ayuda de una pareja de agentes de la Guardia Civil estuvieron buscando desde tierra, por si había quedado varado en un acantilado, y la patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil lo hizo por mar. Pasadas las 21.00 horas, al ver que el animal no aparecía de nuevo, desmontaron el operativo. Los investigadores de la UB confían en si el animal se acerca a otra playa para morir en averiguar qué le podría haber causado las heridas y hacerle la necropsia para saber la causa exacta de su muerte.
El zifio es una de las 8 especies de cetáceos comunes en el Mediterráneo pero, sin embargo, es la menos conocida porqué se alimenta a grandes profundidades, en cañones submarinos, eso si, se encuentra en todos los mares y océanos del mundo, desde aguas cálidas a las más frías cerca de los polos. Es de tamaño medio entre los cetáceos, un adulto tiene una longitud media de unos 6′4 metros y las hembras con frecuencia pueden llegar a medir hasta 7 metros. Al nacer las crías miden poco más de dos metros, y se les calcula una longevidad de 40 años. Pueden pesar hasta 3.000 kilos.
