Una isla española anunció una serie de nuevas reglas estrictas que afectarán a los turistas este año.
Mallorca, una de las Islas Baleares, limitará el número de cruceros que llegan a la isla.
Los planes se anunciaron en una conferencia en París donde los líderes del turismo acordaron un enfoque de «calidad sobre cantidad» con respecto al turismo de la isla.
El puerto de Palma no podrá recibir más de tres cruceros al día en los próximos dos años.
El pacto, que es el primero de este tipo en España, prevé reducir el número de turistas en la isla y, al mismo tiempo, abordar las preocupaciones medioambientales.
Varias compañías de cruceros han firmado un acuerdo que se adhiere a las nuevas reglas, incluidas MSC Cruceros, Crystal Cruises y Costa Cruceros, entre otras.
El Consejero de Modelo Económico, Turismo y Trabajo de Mallorca, lago Negueruela Vázquez, afirmó: “Se han sentado las bases de un modelo turístico aún más responsable y que sigue generando riqueza, atendiendo a las necesidades específicas de Palma”.
El acuerdo significa que las imágenes que enfurecieron a los activistas ambientales, como cinco mega cruceros amarrados el mismo día en Palma, no se repetirán.
La presidenta de la Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas, Beatriz Orejudo, ha señalado: “Palma es una de las más demandadas por los cruceristas europeos pero según lo acordado entre Cruise Lines International Association y el ejecutivo regional, no habrá días de excepción en 2023 ya que las navieras han tenido tiempo suficiente para adaptarse a la nueva regulación”.
A pesar de las estrictas reglas nuevas, algunos activistas no creen que la medida vaya lo suficientemente lejos.
La Plataforma Contra los Megacruceros dijo: “Estamos convencidos de que la reducción en la llegada de estos barcos es insuficiente».
“Este turismo es, al parecer, el origen de grandes males, el hecho de que estos barcos tengan chimeneas es uno de los más graves».
“Como todo, es una buena gestión que permitirá a los visitantes conocer la isla sin dar la impresión de que han desembarcado con la intención de amargarnos la existencia”.
Lanzarote, en las Islas Canarias, también presentó una nueva estrategia turística.
La isla planea declararse un «área saturada de turistas» en un movimiento que hará que la isla reciba menos turistas que tengan un mayor poder adquisitivo.
