Un hipopótamo murió atropellado en Colombia, más precisamente en las cercanías a la hacienda donde vivía Pablo Escobar: el animal era descendiente de un grupo de hipopótamos que el narcotraficante llevó a este país sudamericano de forma ilegal.
Según ha trascendido, el ejemplar fue embestido por una camioneta SUV que se movilizaba por una vía nacional en cercanías de la Hacienda Nápoles, propiedad del fallecido capo del narcotráfico Pablo Escobar. El accidente ocurrió la noche del martes en la autopista que conduce de Bogotá a Medellín, al noroeste del país, y los ocupantes del vehículo resultaron ilesos, de acuerdo a lo indicado por la Policía de Tránsito.
El animal de gran porte quedó tendido en el asfalto y el utilitario sufrió un fuerte golpe en su parte delantera, tal como se observa en una fotografía difundida en las redes sociales por el gobernador de Antioquia. Desafortunadamente, el hipopótamo murió inmediatamente luego del accidente y su cadáver fue removido de la carretera para ser analizado, indicó a la prensa la autoridad ambiental de la zona.
“Este es uno de los peligros que representa la presencia de esta especie. Muchos de ellos se atraviesan en la autopista donde transitan muchos vehículos, también es un peligro para la gente… los hipopótamos son impredecibles, en cualquier momento pueden atacar a una persona”, indicó en un video difundido a la prensa David Echeverri López, vocero de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare).
El animal era descendiente de un grupo de hipopótamos que Escobar llevó a Colombia ilegalmente para la Hacienda Nápoles, su zoológico privado que luego de su muerte en 1993 se convirtió en un atractivo turístico y se dedicó a conservar las especies.
El año pasado los hipopótamos, originarios de África, fueron declarados una especie exótica invasora en Colombia. Actualmente se estima que hay 130 ejemplares y según las proyecciones de las autoridades ambientales pueden llegar a ser 400 en ocho años si no se controla su reproducción. La mayoría de los hipopótamos -como el que fue atropellado- viven en libertad por la zona y se reproducen sin control.
En Puerto Triunfo -a 200 kilómetros de Bogotá- los pobladores han adaptado parte de su economía en torno a la Hacienda Nápoles, que atrae a turistas, y están habituados a la presencia de los hipopótamos que algunas veces caminan libremente por el pueblo. En efecto, tras la muerte del hipopótamo en el accidente de tránsito, el gobernador de Antioquia instó al gobierno central a conceder los permisos para trasladar al menos a 70 hipopótamos a zoológicos y santuarios en México e India.
De esta manera, las autoridades parecen dar respuesta casi inmediata a un plan que busca controlar la población sin recurrir a la caza.