Activistas climáticos se metieron en la Fontana di Trevi, la fuente más popular de Roma, tiñendo su agua de color negro. Con cerca de 40 metros de frente, es una de las mayores fuentes monumentales del Barroco en la capital italiana. La Policía entró al agua para arrestar a los manifestantes, que reclamaban contra las inversiones en combustibles fósiles. El alcade pidió acabar con las “absurdas agresiones” al patrimonio artístico.
Nueve activistas del colectivo «Ultima Generazione» irrumpieron en la famosa fuente para protestar contra los combustibles fósiles. Luego de la intervención, el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, fue hasta el lugar y aseguró que el monumento no sufrió daños «porque la pintura negra acabó en el material impermeabilizado y no en el mármol por lo que debería ser posible limpiarla«.
Se trata de un importantísimo atractivo turístico para quienes visitan la ciudad: una leyenda tradicional sostiene que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su regreso a Roma. Una interpretación actual es que, además, dos monedas llevan a un nuevo romance y tres aseguran un matrimonio o un divorcio. Otra versión de esta leyenda es que trae suerte arrojar tres monedas con la mano derecha por encima del hombro izquierdo a la fuente.
La presencia continua de turistas en esta zona ha llevado a los activistas climáticos a desarrollar tal performance sabiendo que el episodio iba a generar una gran trascendencia. Según se investiga, el líquido arrojado al agua del monumento es carbón líquido, el mismo que grupos ambientalistas usaron en otras acciones similares en la fuente de la Barcaccia de la Plaza de España romana y en la fuente de los Cuatro Ríos de Gian Lorenzo Bernini en la Plaza Navona.
«Nuestro país está muriendo» a causa de la crisis climática, eran las palabras expresadas por los jóvenes luego de arrojar el líquido negro y meterse a la fuente, y señalaron como una de las consecuencias del fenómeno las inundaciones en Emilia-Romaña, que han causado 14 muertos y 36.600 desplazados. Particularmente, el grupo activista exige «bloquear los subsidios públicos a los combustibles fósiles y poner la atención en el colapso climático al que nos dirigimos».
En paralelo, cabe destacar que el Gobierno italiano ha aprobado un proyecto de ley que castigará a los autores de actos vandálicos contra obras de arte, monumentos o patrimonio con multas de hasta 60.000 euros o sanciones penales.
