Český Krumlov, ubicado en la zona sur de la República Checa, es un encantador pueblo medieval situado a unos 200 kilómetros de Praga. Sus pintorescas calles empedradas, su arquitectura y sus plazas te transportarán a tiempos pasados. De hecho, el municipio en su totalidad ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El río Moldava serpentea por el centro de la ciudad, añadiendo un toque natural y creando rincones hermosos y apacibles. Explorar sus calles y visitar su castillo te hará sentir como si estuvieras dentro de un cuento de hadas, ya que Český Krumlov tiene innumerables encantos por descubrir.
El principal atractivo es el castillo, que se alza en la cima de una colina. Es uno de los más grandes de Europa Central y su historia se remonta al Siglo XIII. Todo el complejo palaciego incluye, además del propio palacio, jardines, una torre de vigilancia y un teatro barroco. Además, alberga varios museos donde se exhiben diversas obras de arte y objetos históricos de la región. Otro punto fuerte son las vistas panorámicas, con el pueblo bajo el castillo.
Justo al pie del castillo se encuentra el barrio de Latrán, una de las partes más históricas y fascinantes del centro de la ciudad. Este encantador barrio se distingue por sus estrechas calles empedradas, casas históricas y su ambiente medieval. Pasear por esta zona es como hacer un viaje en el tiempo. Las casas de colores vivos, con arcadas y frescos, le otorgan al barrio una atmósfera especial y cautivadora. Entre las principales atracciones se encuentra la Iglesia de San Vito, de estilo gótico, con una torre que se alza por encima del resto de la ciudad, añadiendo un atractivo imponente a la vista.
Dentro de este pintoresco barrio, nos encontramos con la plaza del ayuntamiento, cuyo edificio fue construido en el siglo XVI. Justo en frente, se erige la Columna de la Peste, una fuente que data de 1715 y que fue erigida en honor a aquellos que evitaron que la enfermedad se propagara como una epidemia en la zona. Desde esta plaza, podemos recorrer la calle Horni, una de las más emblemáticas de la ciudad. Esta calle está repleta de restaurantes que ofrecen comida local y tiendas artesanales, convirtiéndola en el lugar perfecto para disfrutar de una deliciosa comida y adquirir algún recuerdo para llevar contigo.
Český Krumlov se distingue por estar lleno de artistas callejeros que se dedican al arte de las marionetas. Es común ver a titiriteros realizando pequeñas funciones en las calles, añadiendo un encanto adicional al ambiente. El amor por las marionetas es tan arraigado en el pueblo que incluso cuentan con un museo dedicado exclusivamente a estas fascinantes figuras. En este museo, podrás apreciar cientos de marionetas de diferentes modelos y formas, sumergiéndote en el mágico mundo de la manipulación de títeres.
Si buscas una experiencia única y aventurera, te recomendamos realizar un emocionante paseo en kayak por el río Moldava. Partiendo desde la zona sur, podrás adentrarte en el río y dejarte llevar río abajo, serpenteando por las calles de la ciudad y disfrutando de una perspectiva completamente diferente de los encantos de Český Krumlov. Desde el kayak, podrás contemplar el pueblo desde varios puntos de vista únicos, creando recuerdos inolvidables mientras te sumerges en la belleza natural y arquitectónica que rodea al río Moldava.
En resumen, Český Krumlov es una verdadera joya escondida en la región de Bohemia del Sur de la República Checa. Este pequeño pueblo de ensueño cautiva con sus impresionantes paisajes y atractivos. Transporta a sus visitantes a través del tiempo, brindando una experiencia verdaderamente única. Český Krumlov es un lugar especial que merece ser descubierto y explorado, ofreciendo una experiencia inolvidable para todos aquellos que lo visitan.