Rosell Boher Lodge es un enclave de elegancia y serenidad en el corazón de la belleza natural de Mendoza, en el centro oeste de Argentina. Con una vista privilegiada a la Cordillera de los Andes, y ubicado a sólo 45 km de la capital provincial, cuenta además con un nuevo SPA, Guest House, una Master Suite de lujo, y 11 Villas Privadas con jacuzzi y fogón en sus terrazas. Su restaurante resultó ganador del premio al Mejor Restaurante de bodega del Mundo 2020 y del premio Oro en Prácticas Sustentables de las Great Wine Capitals.
Con un próximo cambio de estación, ante la inminente llegada de la primavera, Rosell Boher Lodge trae consigo una propuesta absolutamente novedosa para la cocina de autor del restaurante propio, de la mano de una renovada Carta de Fuegos.
De la mano del Director Gastronómico, Matías Aldasoro y del nuevo Chef Ejecutivo, Emiliano Gasque, la invitación arde desde las brasas con los mejores productos mendocinos, 100% al fuego. Diferentes técnicas, distintas cocciones, nuevos elementos y siempre productos identitarios de estación en su mejor momento, al calor de la leña autóctona.
Un dúo de empanadas o una berenjena con stracciatella que salen del horno de barro pueden ser el anticipo de unas carnes tiernas y doradas o una trucha que con paciencia y sabiduría alcanza su máxima expresión en nuestra parrilla. Como si fuera poco, hasta los postres tienen su toque especial, como un panqueque de dulce de leche de cabra, quemado en el horno de barro o una marquise de chocolate ahumado.
Además, una nueva Carta de Autor con ingredientes de primavera resultan un paseo por una de las estaciones más lindas de Mendoza. Platos en los que no faltan desde el cordero a un ya icónico bife de coliflor. Las cartas pueden combinarse entre sí y pedir platos por separado, u optar por los menús de tres pasos maridados con vinos y espumantes de la bodega.
Con el cambio de estación también se renueva Mendoza Cuisine & Art, la síntesis del arte, tanto en un cuadro como en un plato a partir de encuentros en los que los artistas, además de exponer sus obras, intervienen también en la mise en place del menú de primavera. Esta iniciativa cuenta con la curaduría de la gestora cultural Andrea Calderón: tanto los huéspedes que se alojen como quienes se acerquen al restaurante, podrán disfrutar de sus obras y su propuesta estética hasta que la primavera se convierta en verano.