Lo que comenzó como un gesto amable hacia la fauna local terminó en caos para una mujer en North Kitsap, Washington, cuando se vio rodeada por una manada de 100 mapaches hambrientos. Durante décadas, la mujer había alimentado a estos animales sin prever las consecuencias, pero la situación se descontroló cuando los mapaches empezaron a invadir su propiedad en busca de comida.
Según las autoridades locales, los mapaches, al perder el miedo a los humanos, comenzaron a actuar de manera agresiva. La mujer quedó prácticamente atrapada en su propia casa, incapaz de salir sin que los animales la rodearan o arañaran su vehículo. Alarmada por el comportamiento de los mapaches, contactó a la policía, quienes confirmaron que había entre 50 y 100 mapaches acechando la vivienda.
Kevin McCarty, portavoz de la Oficina del Sheriff del Condado de Kitsap, explicó que los mapaches ahora veían la casa como una fuente constante de alimento. Incluso al detener su coche, los animales lo rodeaban y la perseguían, esperando que los alimentara.
El Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington fue alertado y advirtió sobre los riesgos de alimentar a estos animales, ya que pueden volverse agresivos cuando no se les da comida, además de propagar enfermedades y generar problemas de hacinamiento. Finalmente, los mapaches comenzaron a dispersarse al no encontrar alimento, pero el incidente dejó una clara lección.
Las autoridades reiteraron la importancia de no alimentar a la fauna silvestre, ya que esto puede desencadenar situaciones peligrosas y difíciles de controlar.