Un grupo de científicos del Argonne National Laboratory, perteneciente al Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), ha desarrollado una revolucionaria tecnología capaz de convertir las aguas residuales en combustible sostenible para aviones (SAF), marcando un paso importante hacia la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la aviación.
El nuevo proceso utiliza aguas residuales provenientes de cervecerías y granjas lecheras, que son ricas en carbono, como materia prima. A través de una innovadora técnica de digestión anaeróbica asistida por membranas con detección de metano (MAAD), estas aguas generan ácidos grasos volátiles que permiten producir SAF a un costo más bajo que otros biocombustibles disponibles.
Un avance hacia la sostenibilidad
Según Haoran Wu, investigador de Argonne, la tecnología es capaz de reducir en un 70% las emisiones de gases de efecto invernadero comparado con el combustible convencional, todo a un costo competitivo. “Diseñar una tecnología asistida por membrana que logre esta reducción significativa es un avance importante. Seguiremos explorando otras materias primas para mejorar aún más la sostenibilidad”, explicó Wu.
Combustible sostenible: clave para el futuro
Actualmente, el combustible de aviación ecológico representa menos del 1% del consumo total en la industria debido a los altos costos de producción. Sin embargo, este avance tecnológico podría ser crucial para cumplir con las metas del DOE, que incluyen la producción de 3.000 millones de galones de SAF para 2030 y satisfacer el 100% de la demanda de combustible para aviones comerciales en 2050.
Este desarrollo no solo abre las puertas a una industria aérea más verde, sino que también convierte un residuo problemático en una solución climática. La era de la aviación sostenible parece estar más cerca que nunca.