Una turista en Brasil logró capturar un fenómeno tan impresionante como hipnotizante en la Cachoeira da Fumaça, una imponente cascada de 340 metros ubicada en el Parque Nacional de la Chapada da Diamantina (Bahía). En las imágenes, el agua parece subir en lugar de caer, creando una ilusión óptica que deja sin palabras.
El sorprendente efecto ocurre cuando fuertes ráfagas de viento interrumpen la caída del agua, fragmentando el caudal y empujándolo hacia arriba o en dirección contraria a su curso natural. Gracias a su gran altura, en los días ventosos el chorro de agua se convierte en una fina niebla que se dispersa en el aire, generando una apariencia similar a humo.
De ahí el nombre “Fumaça” —humo en portugués—, ya que el agua suspendida y proyectada por el viento crea una imagen etérea que parece sacada de otro mundo. Un espectáculo natural que demuestra que, en ciertos lugares, la gravedad no siempre manda.


