El creador británico Max Fosh protagonizó una de las travesías más insólitas de los últimos tiempos: recorrió 45 kilómetros en una bañera flotante desde Sennen Cove, en Cornwall, hasta Hugh Town, en las Islas Sorlingas.
El viaje, que duró alrededor de ocho horas y media, fue inspirado por un recuerdo de la infancia. Según explicó, cuando tenía apenas seis años había dibujado una ilustración en la que se imaginaba navegando en una bañera. Años después, decidió convertir ese sueño infantil en una experiencia real.
Aunque contó con un equipo de seguridad que lo acompañó en todo momento, Fosh admitió que el trayecto fue bastante incómodo, debido a las limitaciones del peculiar medio de transporte. Sin embargo, logró completar la hazaña y documentar el desafío para su canal de YouTube, donde acostumbra a realizar proyectos excéntricos y fuera de lo común.
Con esta aventura, Fosh no solo cumplió un viejo sueño, sino que también sumó otro episodio extravagante a la lista de desafíos que lo han convertido en uno de los creadores de contenido más llamativos del Reino Unido.

