Nicole Paixao, residente de Vestal, Nueva York, asegura que jamás dañó el auto que alquiló en Dollar, una subsidiaria de Hertz, pero fue sorprendida con una factura de USD 440 después de que un escáner con inteligencia artificial detectara un supuesto raspón en una de las ruedas.

Paixao contó que todo ocurrió el 5 de julio, al devolver un Nissan Altima en el aeropuerto de Atlanta, tras un viaje junto a su esposa por el feriado del 4 de julio. Minutos después de dejar el vehículo, recibió un mensaje informando que el sistema había identificado un daño. “No pienso pagar por un raspón que ni siquiera existe”, declaró a The New York Post. “Mi esposa y yo viajamos mucho y nunca volveremos a usar su empresa”.
La mujer afirma que el auto no tenía ningún daño visible al retirarlo y que Hertz se ha negado a mostrarle un video del supuesto raspón, pese a sus repetidas solicitudes. En cambio, recibió múltiples correos y mensajes que calificó de “acoso”, exigiendo el pago.
Hertz sostiene que su sistema de inspección con IA ofrece “precisión y objetividad”, asegurando que el 97% de las revisiones no generan cargos y que solo se cobra por daños “que superen cierto umbral”. La compañía también explicó que los términos de servicio responsabilizan al cliente por cualquier daño durante el período de alquiler.
Paixao, sin embargo, considera que el cobro es un “abuso sistemático”. Incluso revisó el precio de una llanta nueva de Altima y descubrió que cuesta menos de USD 280, cuestionando además los USD 190 adicionales por “gastos administrativos”.
El caso ha reavivado la polémica en Estados Unidos sobre el uso de escáneres con IA en empresas de alquiler, tecnología que, según denuncias de otros clientes, ha confundido reflejos, sombras y marcas previas con daños nuevos.
Pese a las explicaciones de Hertz, Paixao asegura que no pagará ni un centavo: “No pienso ceder ante un sistema automatizado que inventa daños y precios absurdos”.

