«Bumi», un pingüino de penacho amarillo de un año, protagonizó una escena adorable en el zoológico: se lo vio divirtiéndose sin parar con pompas de jabón mientras sus padres lo observaban. Un momento que combina ternura y aprendizaje.
🫧🌿 Este tipo de juegos no es solo diversión: los cuidadores del zoológico explican que las actividades lúdicas estimulan el comportamiento natural de los pingüinos, fomentan su curiosidad y coordinación, y ayudan a reducir el estrés en animales en cautiverio.
One-year-old rockhopper penguin Bumi had a blast while the parents all look just like every other parent stuck in a bubble party.🤣🤣 pic.twitter.com/x7LYjK9RZZ
— Nature is Amazing ☘️ (@AMAZlNGNATURE) October 9, 2025
Para Bumi, estas sesiones son esenciales para desarrollar habilidades motrices y sociales, imitando interacciones que en la naturaleza ocurrirían con el entorno o con otros miembros de la colonia.
💛🌎 Además, los pingüinos de penacho amarillo están catalogados en peligro de extinción, por lo que momentos como este no solo promueven su bienestar, sino que también son clave para la educación y concienciación sobre la conservación de especies amenazadas.
Cada sonrisa, salto o intento de atrapar una burbuja es un recordatorio de la importancia de proteger su hábitat y futuro.

