Una excursión turística que debía ser un paseo relajado por las aguas turquesas de Samaná, en República Dominicana, terminó convertida en una escena de caos total cuando un catamarán que transportaba a pasajeros del crucero alemán “Mein Schiff 1” comenzó a hundirse repentinamente frente a la costa. El momento quedó registrado en video y rápidamente se viralizó, dejando en evidencia la magnitud del susto que vivieron los turistas.
El incidente ocurrió el domingo por la tarde, cuando la embarcación —identificada como Boca de Yuma, de 40 pies de eslora— había zarpado desde el puerto de Embat como parte del itinerario recreativo del crucero. Según relataron testigos, el paseo llevaba apenas unos minutos cuando el casco empezó a filtrar agua de manera abrupta, lo que hizo que la nave perdiera estabilidad casi de inmediato.
Videos difundidos en redes sociales muestran a cerca de 55 pasajeros flotando en mar abierto, algunos con chalecos salvavidas, mientras rescatistas trataban de alcanzarlos utilizando cuerdas, boyas y pequeñas embarcaciones de apoyo. La escena dejó ver únicamente la punta azul del casco, último fragmento del catamarán visible antes de hundirse por completo.
Daño interno “repentino y catastrófico”
La Autoridad Portuaria de Samaná informó que los primeros análisis apuntan a daños internos en el casco como la causa del naufragio. La filtración habría sido tan repentina que la tripulación no tuvo margen de maniobra para detener la entrada de agua.
En un comunicado oficial, las autoridades afirmaron que trabajan junto con la Marina de Guerra Dominicana para determinar si la embarcación cumplía con las normas de seguridad y para establecer responsabilidades. “La filtración fue repentina y catastrófica, lo que impidió evitar el hundimiento”, expresó el organismo.
La Armada Dominicana desplegó un amplio operativo de rescate tras recibir la alerta, logrando poner a salvo a todos los ocupantes.
Turistas atendidos tras el rescate
Los pasajeros fueron trasladados a tierra firme, donde recibieron atención médica y apoyo psicológico. Si bien no se reportaron fallecidos, varias personas sufrieron hipotermia y episodios de crisis nerviosa tras permanecer un tiempo considerable en el agua.
El Mein Schiff 1, perteneciente a TUI Cruises, se encuentra realizando un viaje por el Caribe con múltiples paradas en la región. El crucero había partido desde Nueva York el 23 de octubre rumbo a Montego Bay, Jamaica, e hizo escala en Samaná el día del incidente.
El naufragio del catamarán abre ahora una investigación que busca esclarecer si existieron fallas de mantenimiento, problemas estructurales o negligencias en los protocolos de seguridad.
Una excursión que debería haber sido un recuerdo paradisíaco se transformó, en cuestión de minutos, en un episodio que ningún turista olvidará.
