¿Es que todo el mundo tiene una vida tan increíble? ¿Sientes que eres la única persona que no ha estado en Croacia, Tailandia o Islandia y esto te frustra? Si tienes algún pensamiento de estos (o te genera ansiedad cuando ves algo así en tu teléfono), tranquilo, no tienes de qué preocuparte. El problema no es tuyo, es de Instagram.El 48% de los turistas se deja influenciar por Instagram
Según un estudio de Adweek, un 48% de los usuarios afirma que utiliza Instagram para conocer y elegir sus destinos turísticos. En esta misma línea, el informe señala que el 35% de los turistas se ha dejado influenciar por Instagram para descubrir nuevos rincones cuando realizan un viaje.
Instagram se convierte en una plataforma en la que son otros usuarios los que, desinteresadamente, te hacen de guía y te muestran las bondades de un destino. Teniendo en cuenta que, en la actualidad, hay más de 400 millones de usuarios activos, ésta es, sin lugar a dudas, una herramienta determinante para los profesionales del sector.
Instagram: ¿inspira viajeros o los lleva a repetir hábitos?
El ser humano tiende a imitar a otros. “No es que exista una predisposición a ser influenciables exactamente, si no que los humanos buscamos ser parte de grupos sociales para sentirnos identificados con otros, especialmente en la adolescencia, que es cuando estamos creando quiénes somos”, apunta Iria Reguera, psicóloga. “Ahora mismo los influencers son figuras muy accesibles y es fácil que esta identificación se dé con ellos.”
los humanos aprendemos conductas en parte por modelaje: encontramos gente con la que nos sentimos identificados porque se parecen a nosotros o porque son cómo queremos llegar a ser en algún momento y copiamos algunos comportamientos o gustos porque son una forma de expresión de lo que somos.”
Según publica Xataka, Oliver KMIA ha analizado las fotografías publicadas bajo las etiquetas más populares de viajes, como #Instatravel, y ha llegado a una aberrante conclusión: las imágenes son, prácticamente, idénticas.
Es decir, todos los usuarios acaban retratando los mismos paisajes, de la misma manera, posando de un modo similar, con ángulos y encuadres idénticos. Al darse cuenta de esto, lo ha hecho evidente a través de un vídeo donde va solapando estas fotografías multiplicadas, con el objetivo de hacer sonar la alarma en la cabeza del espectador: la creatividad ha llegado a su fin. El título de este trabajo es más que elocuente: «Instravel: una experiencia fotogénica de turismo masivo».
La mayoría de los usuarios busca repetir las mismas fotografías publicadas por otros, en lugar de ofrecer su propia perspectiva sobre la experiencia del viaje. Es decir, ser un turista del pelotón y no un individuo con una mirada única. Esta evidencia choca, de un modo paradójico, con el individualismo imperante y la preocupación por proyectar una imagen auténtica con la que ser aplaudido en las comunidades digitales.
Instravel – A Photogenic Mass Tourism Experience from Oliver KMIA on Vimeo.
El problema de los lugares famosos de Instagram
La sobreexposición de determinados destinos y monumentos en Instagram, puede provocar la masificación del turismo. La consecuencia más inmediata de la masificación del turismo es la insostenibilidad del entorno.
Imagina el entorno en el que vives, tu casa, los lugares por donde pasas todos los días, atestados de turistas que solo quieren una foto. No les importa quién vive, ni la historia de lugar, o de su población. Probablemente muchos de ellos ni sepan por qué están allí, sólo les interesa conseguir la foto que vieron en la cuenta de Instagram de alguien más.
Un turismo de consumo efímero, vacío, sin intercambio, invasivo.
El caso Notting Hill
Los residentes del barrio de Notting Hill de Londres también se han hartado del turismo de instagram. Los vecinos se quejan de que sus calles se están saturando de influencers de Instagram que organizan sesiones de fotos durante todo el día para fotografiar las populares casas de colores del barrio que se hizo famoso con la película protagonizada por Hugh Grant y Julia Roberts.
El área, ambientada en la película del mismo nombre, es un lugar habitual de celebridades conocida por su arquitectura victoriana y sus coloridos exteriores. Pero los residentes ahora están expresando su preocupación por lo que describen como una “invasión” de turistas y londinenses, cada uno con la esperanza de obtener instantáneas para sus páginas de Instagram que creen que pasarán a la historia.
Dicen que las calles locales se han convertido en los “estudios de fotos personales” de los “turistas de insta”, especialmente en los últimos seis meses.
La residente Daphne Lamirel, de 21 años, dijo que las fotos de Instagram habían aumentado en los últimos seis meses.
«Al principio fue lindo, pero se está volviendo más loco», dijo. «Las paredes son bastante delgadas y puedes escucharlas riendo y dirigiendo fotos desde nuestra sala de estar.
View this post on InstagramA touch of pink this Monday Morning ????
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«Los fines de semana encuentras cientos de personas que se tomarán las mismas fotos al mismo tiempo. Es raro, no solía suceder».
Olivia Lamb, que vive cerca de la estación de Notting Hill, dijo: «Se acomodarán durante horas en su puerta con una variedad de atuendos. No hacen ningún esfuerzo por moverse cuando la gente entra y sale de sus casas. «.
Lena Josefine, una blogger de 18 años de Alemania, con 38,000 seguidores, trajo cambios de ropa y casos de maquillaje para una sesión fotográfica. Viajó en hora punta desde el otro lado de Londres, e incluso trajo un bolso rosa para que coincida con su fondo: una casa rosa.
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¿Puede un influencer generar efectos negativos en el medioambiente?
su tirón puede llevar a ese lugar a una masificación que no puede soportar, como ya ocurre con el bosque de secuoyas Redwood en California o el Blue Hole en el estado de Nueva York. El riesgo de que parajes naturales sean vistos por miles de seguidores y se pongan de moda, es que esa moda no siempre puede ser gestionada por el lugar visitado. Así que nos acabamos preguntando, ¿puede un influencer ser un peligro para el medio ambiente?
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El turismo aumenta a pasos agigantados, la gente viaja más, las modas de Instagram ayuda a saturar espacios por la búsqueda de fotos idílicas, y no todos los lugares del mundo están preparados para una masificación, que nace como consecuencia de las modas que generan los influencers. Islandia, por ejemplo. Tras la visita de numerosos instagramers, se fue convirtiendo en un destino turístico a tener en cuenta pero, detrás del boomturístico que en un principio parece beneficioso, hay mucho más.
Según Salome Hallfredsdottir, presidente de la Asociación del Medioambiente de Islandia, hay un peligro grave. “Las zonas montañosas altas, son la única zona salvaje que se encuentra intacta en toda Europa y este boom turístico podría destruirlas», según declaró para la BBC.
Vecinos de la Muralla Roja en Calpe al límite
Otro caso que muestra como la moda de una foto lleva la molestia de los locales al límite: Los vecinos de la Muralla Roja en Calpe, no pueden más. Este lugar, uno de los más instagrameables de España, pero resulta que es (antes que nada) una comunidad de vecinos. ¿Imaginas que al despertarte y asomarte a tu ventana para ver el maravilloso paisaje, te encuentras con la bulla que está formando un grupo de personas haciéndose fotos? Pues ellos sí se lo imaginan. Y lo sufren.
Decenas de instagramers se meten a diario en la propiedad privada para conseguir la mejor foto, sin pensar en el sueño de los vecinos o en la intimidad que cualquier persona busca para su propio hogar.
La geolocalización, el mayor peligro de zonas vírgenes (y la mentira de la realidad encontrada)
¿Qué ocurre cuando tu influencia sobre otros los lleva a zonas vírgenes o frágiles? Ok, es romántico pensar en lugares vírgenes, pero sí en lugares frágiles. Por ejemplo ves a una maravillosa Nataly Osmann en Bali y quieres estar ahí.
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Sin embargo cuando llegas ilusionado con ese paraíso pasado por lightroom / photoshop te encuentras con que…
Además: el peligro de las fotos cool
La necesidad de reconocimiento (likes) en Instagram puede llevar al absurdo. Es lo que han hecho los portugueses Raquel y Miguel, dos blogueros que cuentan sus viajes alrededor del mundo. En su búsqueda de fotografías llamativas ha provocado molestias en redes sociales.
A Raquel y Miguel se les ocurrió publicar una fotografía con el tren en marcha en un viaje que han hecho a Sri Lanka. Se puede ver al novio Miguel besando la frente de Raquel mientras ella asoma todo su cuerpo fuera del tren y lo agarra sujetando los rieles del vagón.
La pareja afirmó que el tren se estaba “moviendo muy lento” y dijo que “respetan las opiniones de todos, pero no es arriesgado”. Pero a pesar de sus afirmaciones de que el tren iba lento, la foto fue tomada cuando viajaban en un puente, y un deslizamiento podría haber provocado que Raquel cayera por un enorme barranco. Y claro, los instagramers han estallado.
“Este es un truco increíblemente estúpido. Ustedes dos terminarán muertos si mantienen esta influencia persiguiendo “, ha contestado una seguidora.