Tras haber quedado varada entre las rocas, el mamífero intentó por varios minutos desplazarse nuevamente hacia el agua pero fue en vano. En efecto su deceso provocó manchas de sangre en el agua a raíz del desesperante impacto que sufrió su cuerpo.
Fue un pescador quien caminando por el lugar reconoció el cuerpo del animal. Acto seguido, avisó a la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), quienes luego derivaron el caso al Servicio de Emergencias (SEPA) de la zona.
La ubicación exacta en donde encontraron el cuerpo de esta ballena es la cala del Figo, situada en el concejo de Tapia de Casariego sobre la costa occidental de Asturias (España).
Según informaron los especialistas a cargo de retirar el cuerpo del mamífero, esta especie presentaba características de colores poco habituales a las que suelen nadar por las aguas del Cantábrico. Además informaron que no existían casos anteriores de una ballena de este tipo varada en la costa asturiana desde hace 25 años.
Ante el lamentable hecho, el objetivo de las autoridades de los organismos de protección marina consistiría en conservar el esqueleto de la ballena para investigar sobre la especie y exponerlo en el museo de la región luego de su reapertura.
Quedan menos de 19 vaquitas marinas en el mundo
Según un reciente estudio, se cree que quedan menos de 19 vaquitas marinas en el mundo.
En 2016, las estimaciones de la población de vaquitas eran de solo 30, pero la investigación publicada en Royal Society Open Science sugiere que la cifra se redujo a la mitad. Aunque algunos aseguran que es aún peor y quedan tan solo 6. Continuar leyendo…