Esta casa, en Virginia Occidental (Estados Unidos), es conocida por exhibir 3.000 calabazas, todos los años, para Halloween.
«Es una de esas cosas que no hubo intención o plan. Simplemente evolucionó a partir de una variedad de factores y la respuesta que las personas tuvieron», dijo Ric Griffith a TODAY Home.
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Todo comenzó como una idea alocada, sin ningún plan de que se volviera a repetir. Pero años tras año se fue afianzando hasta que se convirtió en una hermosa tradición de Halloween.
«Tengo tres hijas y cuando eran jóvenes, ellas y sus amigos me ayudaban a tallar calabazas», contó Ric. Primero fueron un par, al año siguiente cientos, luego miles y así hasta llegar a 3.000.
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Por el momento el cree que es una buena cifra, ya que casualmente es el número de gente que vive en su ciudad, Kenova, y además no entran más en su patio.
A partir del 19 de octubre, los voluntarios se dirigen a su patio trasero y se ponen a trabajar, tallando 400-500 calabazas al día durante una semana durante 16-18 horas al día. Todos los que quieran son más que bien recibidos.
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Ric dijo que dibuja alrededor del 95% de los diseños de tallado en las calabazas antes de que lleguen los voluntarios. Luego, los niños tomarán una cucharada y los adultos tallarán mientras que su esposa, Sandy, se asegura de que todos los que trabajan estén bien alimentados. Algunas clases locales de secundaria también donarán algunas calabazas decoradas.
Algo que Ric quiso dejar bien en claro es que no hay que pagar entrada para poder recorrer entrada. A él y a su familia le gusta recibir a las casi 30.000 personas que van año a año a visitarlos para disfrutar de todas sus calabazas.
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