La argentina que terminó dando «La vuelta al mundo en 33 días» para escapar del Coronavirus

La vuelta al mundo en 33 días
Redactor

A principios de 2020, Romina Viola había planificado unas vacaciones con Maxi Albella -juntos hacen el podcast «En Modo Avión», en donde comparten su pasión por viajar-, pero la expansión del Covid-19 por Asia la llevó a hacer un periplo impensado. Evitando las zonas de mayor contagio y buscando la forma de volver al país, la joven argentina recorrió gran parte del planeta: «No sé cuándo podré volver a subirme a un avión con esa libertad», cuenta a Intriper.

Las consecuencias de la rápida expansión del Coronavirus en los diferentes continentes son infinitas. En ese sentido, miles de viajeros alrededor del mundo quedaron varados en medio de viajes de trabajo, vacaciones o visitas a sus familias. Con cada vez más países cerrando sus fronteras para evitar un mayor contagio, la movilidad a nivel mundial se ha visto reducida casi al mínimo, paralizando a la industria del turismo. Romina Viola es una de las personas que pudo evitarlo y hoy cuenta su historia a Intriper.

«La vuelta al mundo en 33 días»

La joven argentina que en la actualidad vive en Córdoba, lleva adelante junto a Maxi Albella el podcast «En Modo Avión«, en donde cuentan sus historias de viaje, comparten recursos y dan consejos para experimentar distintos puntos del mundo. A principios de este año, ambos se iban a encontrar en Malasia luego de una serie de compromisos laborales, pero todo se vio interrumpido por la pandemia: Maxi nunca salió de la Argentina, mientras que Romina tuvo que hacer una travesía insólita para volver al país. Ella misma la llamó «La vuelta al mundo en 33 días».

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Romina Viola

«Mi viaje era ir a Malasia con una escala en Japón, escaparme una semana de vacaciones en Tailandia y pegar la vuelta. Pero cuando estaba en Tailandia los casos de Covid-19 en Asia empezaron a aumentar exponencialmente«, cuenta Viola en diálogo con Intriper. De esta manera, tuvo que recorrer una gran cantidad de aeropuertos hasta llegar a la Argentina. En medio de esa travesía, aún no era del todo consciente de la maginitud de la situación. «En ese momento lo hice más que nada por mi familia y para que no se preocupen demasiado», señala.

Con el correr de los días, su postura cambió por completo: «Hoy conozco más sobre el peligro que conlleva portar el virus y distribuirlo, por más que no sea población de riesgo, y creo que me manejaría de otra manera». En ese sentido, considera que viajar es una de las actividades que más la define, aunque ya no se sabe cómo se reactivará la industria del Turismo una vez pasada esta problemática. «Estoy segura de que vamos a ser mucho más cuidadosos, sobre todo incorporando comportamientos de higiene y distanciamiento», asegura.

— ¿Cuándo descubriste que te gustaba viajar?
— Siempre fui una persona muy curiosa. Mis papás, sin embargo, le tenían miedo a los aviones y hasta los 21 no viajé en uno ni salí del país. Una vez que lo hice fue como activar una parte de mí que nunca más pude apagar.

¿Qué es lo que más te apasiona de viajar?
— Sin dudas, conocer una cultura mediante su comida es lo que más me gusta de viajar. Ir a un mercado, hablar con los cocineros mientras preparan un plato en un puesto callejero, dialogar con mozos y con gente que vas conociendo sobre sus culturas y tradiciones y cómo se manifiestan en lo que comen todos los días. Esa es mi parte favorita.

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Romina Viola

¿Cómo se fue dando lo que llamaste»La vuelta al mundo en 33 días»?
— Fue una consecuencia de la pandemia. Mi viaje era ir a Malasia con una escala en Japón, escaparme una semana de vacaciones en Tailandia y pegar la vuelta. Pero cuando estaba en Tailandia los casos de Covid-19 en Asia empezaron a aumentar exponencialmente y por miedo a quedarme varada tuve que reorganizar todo mi regreso. Por eso terminé dando la vuelta al mundo, una linda casualidad (y un tour de despedida, al menos por un tiempo, ya que no sé cuándo podré volver a subirme a un avión con esa libertad).

¿Qué sentiste cuando la extensión de la pandemia les afectó sus planes? Si no tengo mal entendido, te agarró en Malasia.
— Sí, estaba en Penang. El pico de casos fue justo cuando me estaba por ir de vacaciones a Koh Lipe, diez días en una isla donde estaba segura que no había riesgos. Me fui tranquila, pero cuando estaba por volver declararon la emergencia en Singapur. Maxi tuvo que cancelar su viaje y saber que él no iba a estar en Malasia a mi regreso fue el primer golpe de ansiedad. Mis redes sociales se empezaron a llenar de fotos de supermercados vacíos, controles a mansalva, vuelos cancelados y números de víctimas. En cuestión de días nomás la situación se volvió súper tensa, incluso en Penang donde aún no había casos. Mi familia comenzó a insistir de que me aleje de Asia y empecé a buscar alternativas para volver a casa.

A partir de ese momento, tuviste que emprender tu retorno a la Argentina y salir de Asia, ¿qué recuerdos tenés de todos esos momentos?
— La verdad, en ese momento lo hice más que nada por mi familia y para que no se preocupen demasiado. A los dos días de mi supuesta fecha de regreso era la fiesta de casamiento de mi hermana mayor, con la que soy muy unida. Había muchas probabilidades de que me pierda la fiesta y la ceremonia si pretendía volver por mi ruta establecida – ya que tenía escala en Japón y en EEUU, y EEUU no dejaba entrar vuelos de Japón. Encontré vuelos a buen precio a Londres y una de mis mejores amigas que vive allá me invitó a quedarme con ella para paliar costos hasta conseguir un vuelo a Argentina. No dimensionaba demasiado los riesgos – esto fue antes de que reviente el virus en Italia y en España – y la frase que más repetía era “no tengo miedo al virus, tengo miedo a quedarme varada”. Hoy conozco más sobre el peligro que conlleva portar el virus y distribuirlo, por más que no sea población de riesgo, y creo que me manejaría de otra manera. ¡Al menos hoy no diría esa frase!

¿Piensan retomarlo en un futuro cercano, cuando la situación se pueda controlar?
— Ojalá que sí. En medio de todo este caos también perdí mi trabajo, así que me parece que se vienen un par de meses de adaptación y de – al menos por un tiempo – quedarme quieta en un solo lugar.

Con respecto a las medidas tomadas en Argentina, ¿las considerás apropiadas?
— Sí, absolutamente. Siento que se movieron muy rápido y tomaron medidas muy estrictas pero necesarias, priorizando la salud sobre la economía. Me parece perfecto no haber esperado a que haya más víctimas o un nivel de contagio mayor.

¿Qué consejos le darían a alguien que quiere hacer un plan similar al tuyo?
— Ahora le pediría que escuche muchos podcast, lea un montón, se arme de Google Maps y de planes pero que durante un tiempo “viaje” desde la comodidad de su hogar. Quizás puede aprovechar la cuarentena para preparar un buen CV y aplicar a puestos remotos, que es como nosotros pudimos costear nuestros viajes todo este tiempo. Por ahí está buena la oportunidad para anticiparse a estos planes. Seguramente, una vez que la pandemia esté bajo control, vamos a valorar distinto la libertad de viajar.

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Romina Viola y Maxi Albella llevan adelante el Podcast «En modo avión»

Con respecto al podcast «En Modo Avión», ¿cómo surgió esa idea? ¿Lo sentís como una extensión a la pasión que tienen por viajar?
— Absolutamente. La idea del podcast nace porque con Maxi disfrutábamos mucho de este formato y durante nuestros viajes nos hacían compañía muchos programas de Argentina y Latinoamérica. Una vez, escuchando uno en México en el airbnb donde estábamos trabajando, comentamos entre nosotros que podríamos hacer algo así, contándole a nuestra familia y amigos lo que hacíamos en los viajes así después no teníamos que condensar 8 meses de anécdotas en un solo relato de bienvenida. Pedimos un micrófono de viaje por Amazon (un Samson GoMic) y el resto fue podcast.

Teniendo en cuenta tu experiencia, ¿cómo pensás que se va a adaptar la industria del turismo después de este congelamiento?
— Mi lado optimista piensa que vamos a poder volver a viajar dentro de poco y de la manera en que lo hacíamos. Incluso pienso que luego del congelamiento quizás salgan promociones para incentivar las ventas y volver a convencer a la gente de viajar. Sí estoy segura de que vamos a ser mucho más cuidadosos, sobre todo incorporando comportamientos de higiene y distanciamiento social en nuestros viajes.

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