En medio del ritmo agitado de la vida moderna, una nueva atracción en Zagreb, Croacia, promete ser un refugio de alegría. Se trata del HaHaHouse, el primer museo dedicado por completo a la risa, diseñado para liberar a las personas del estrés y la negatividad cotidiana.

La idea nació durante la pandemia, cuando su fundadora, Andrea Golubic, notó cómo la tristeza y el aislamiento afectaban a la gente. Inspirada en una foto de su infancia en la que aparecía riendo sin dientes, decidió crear un espacio donde la risa fuera la protagonista.
La experiencia comienza desde la entrada, donde los visitantes son «desinfectados de la negatividad» con una nube de humo blanco antes de deslizarse por un tobogán gigante que los lleva a una piscina de bolas blancas. A lo largo del museo, hay ocho zonas interactivas con actividades como un karaoke que distorsiona las voces, una zona de lucha con trajes de peluche y un gabinete de disfraces. Incluso hay un coro de pollos de goma que garantiza risas inesperadas.

Además del entretenimiento, el museo también ofrece una sección dedicada a la historia del humor, explorando cómo la risa ha evolucionado a través de los siglos en el teatro, el cine e internet. También colabora con escuelas y planea trabajar con hospitales y residencias de ancianos para ayudar a sus pacientes.
“La risa es un mecanismo de defensa que da fuerza para enfrentar los problemas. Si pudiéramos prescribir tres horas de risa al día, los beneficios serían enormes”, afirma el psicólogo Petar Kraljevic.
En un mundo donde el estrés es una constante, iniciativas como el HaHaHouse demuestran que la risa no solo es diversión, sino también una poderosa herramienta para la salud mental y emocional.