El 28 de mayo de 1978 marcó el inicio de una era temeraria en Vernon, Nueva Jersey, con la apertura de Action Park, un parque de diversiones que rápidamente ganó notoriedad como uno de los destinos más visitados durante los veranos estadounidenses. Sin embargo, detrás de sus coloridas atracciones se escondía un oscuro legado de tragedias y accidentes mortales.
Bajo la dirección de Gene Mulvihill, un emprendedor audaz, Action Park ofrecía hasta 75 atracciones, convirtiéndose en un imán para los buscadores de emociones fuertes. Pero no fueron las emociones las únicas cosas fuertes que experimentaron los visitantes. Más bien, fueron las lesiones graves y las muertes las que caracterizaron la historia sangrienta de este parque, pronto apodado como «El parque de los accidentes».
Desde el inicio, Action Park fue un escenario de horror. En julio de 1980, un empleado del parque perdió la vida trágicamente cuando el carro de un tobogán se descarriló, causando un golpe fatal en la cabeza con una roca. Esta fue solo la primera de muchas tragedias que marcarían la historia del parque.
En 1982, dos muertes sacudieron a la comunidad. Primero, un joven de 15 años se ahogó en la piscina de olas, seguido poco después por la electrocución de otro visitante de 27 años en el Kayak Experience, un fatídico incidente que ocurrió tras caer del bote y hacer contacto con los cables submarinos del parque.
La lista de fatalidades continuó en 1984 con dos muertes más, una de ellas provocada por un ataque cardíaco en la atracción Tarzan Swing, donde el impacto con el agua helada resultó letal. Meses después, otro adolescente encontró su fin en las turbulentas aguas de la misma piscina de olas que había cobrado vidas en años anteriores.
Sin embargo, las muertes no fueron las únicas consecuencias de la imprudencia de Action Park. Cientos de personas resultaron heridas en diversas atracciones, mientras que denuncias de irregularidades laborales y de seguridad abundaban, incluyendo la contratación de menores, la venta de alcohol a menores de edad y la falta de capacitación del personal.
A pesar de su siniestra reputación, Action Park operó durante 18 años, cerrando sus puertas en 1996 no por razones de seguridad, sino por problemas financieros. Hoy, 26 años después, un nuevo parque temático, Mountain Creek Waterpark, ocupa su lugar, pero la memoria de las tragedias de Action Park sigue resonando como un recordatorio sombrío de los peligros del descuido y la negligencia en la industria del entretenimiento.
Mientras tanto, un documental de HBO promete arrojar luz sobre las oscuras historias y los horrores ocultos detrás de las coloridas fachadas de este parque de diversiones mortal.
