El virus cuyo origen ha sido registrado en China ya ha propagado de manera tal que suma casos afectados e involucra diferentes regiones del continente asiático.
Si bien, autoridades oficiales han indicado que por el momento no está confirmado que se trata de un virus de transmisión de persona a persona, el mundo se encuentra en alerta ante un posible contagio masivo. En efecto, se han tomado medidas exhaustivas de control, entre las cuales se encuentran la intensificación en los controles de viajeros, en especial en aquellos provenientes de la región de Wuhan, en China, lugar donde se ha originado el virus por primera vez.
La patología mencionada comprende un coronavirus con síntomas tales como fiebre, fatiga, tos seca y en numerosos casos hasta dificultades para respirar. Es capaz de desarrollar una neumonía en aquellas personas que han contraído la enfermedad.
Se trata de un brote que despierta alarma y pánico en la población al afectar y compararlo con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo, un trágico suceso que provocó la muerte de alrededor de 650 personas en China continental y Hong Kong entre los años 2002 y 2003.
El número de afectados ya supera un total de 200 personas, en al menos tres países como los más propensos a desarrollar el virus. Durante la jornada de este lunes, autoridades locales confirmaron la muerte de una persona. En la localidad de Wuhan identificaron 136 casos nuevos durante el fin de semana. Y ya han reportado tres casos en sitios como Tailandia y Japón.
Corea del Sur es otro de los países que ha confirmado su primer caso de coronavirus: una ciudadana china de 35 años que había viajado desde Wuhan. Además han detectado pacientes en Daxing, en la capital Pekín; en la provincia sureña de Guangdong; y al sureste del país, en Shenzhen.
Este nuevo coronavirus puede provocar inflamación grave del miocardio, insuficiencia renal y daños en diferentes órganos, así como anomalías en el funcionamiento del corazón e irregularidades en los pulmones.
Australia cumplió y sacrificó a más de 5000 camellos desde helicópteros
Más de 5.000 camellos salvajes ya fueron sacrificados en Australia para evitar que consumieran las pocas reservas de agua que poseen las comunidades indígenas del sur del país oceánico.
La matanza de camellos se da en medio de una ola de calor, sequía e incendios forestales que afectaron a gran parte de la principal isla de Oceanía.
El sacrificio de los animales fue realizado por francotiradores a bordo de helicópteros, quienes mataron a más de 5.000 camellos de manadas salvajes.
Estos animales además son objeto de preocupación por las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que emiten metano equivalente a una tonelada de dióxido de carbono por año, aseguró Tim Moore, director ejecutivo de los especialistas en agricultura de carbono RegenCo, quien dijo que esto es como si se sumaran 400 mil automóviles en una carretera. Continuar leyendo…
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