Mucho hemos escuchado acerca de esa consideración de que el enemigo siempre se encuentra fuera. Aquel a quien hay que temer se encuentra al acecho de nosotros pero desde fuera.
Contradictoriamente, con el tiempo fuimos asumiendo que el mayor enemigo puede estar dentro, incluso hasta ser uno mismo, a través del miedo o la negación.
Hoy hay quienes no dudan en calificar a Brasil como el actual ‘foco rojo’ del coronavirus en Sudamérica. Y, justamente, más allá de la rápida propagación de esta pandemia, el mayor enemigo no resulta un virus que viene de afuera, sino que el gran temor hoy es no saber/poder actuar en consecuencia. Y en eso, mucho tendrán que ver las autoridades a cargo de gobernar.
Y es que no se trata sólo de vaticinar una desfavorable evolución de acuerdo a la cantidad de casos con coronavirus.
Como si fuera poco, aunque es lógico que ocurra, esta situación tan insólita ha despertado tensión y conflictividad entre autoridades, partidos políticos y diferentes ciudades del territorio brasileño.
Así mismo, personas como Joao Doria, el mismísimo gobernador de San Pablo, han hecho público su disconformidad y descontento para con el mandatario de Brasil. Doria ha indicado explícitamente que Bolsonaro «no está en plenas facultades mentales» para hacer frente a la crisis sanitaria por coronavirus. Además, afirma que el presidente pareciera estar «desconectado de la realidad«, con lo cual no sumaría en condiciones para gobernar el país.
Esto, sin dudas, provoca y resultará en un gran conflicto político y social, ya que dará lugar al enfrentamiento entre estados brasileños, sus mandatarios y sus respectivas poblaciones.
Algo que ya empieza a dislumbrarse. Contradicciones por doquier se apoderan de Brasil en un intento, por un lado, de respetar las advertencias recibidas del mundo entero ante lo catastrófico que podría ser no atender las medidas de seguridad e higiene correspondientes.
Como ser, en el caso de San Pablo y Rio de Janeiro, las respectivas autoridades han determinado el pedido de aislamiento total a sus habitantes.
Incluso, en consecuencia, en Brasil comienza a resonar una especulación sobre una posible intención de destituir a Jair Bolsonaro a cargo de la fuerza militar nacional. Esto tiene como argumento su desafortunado manejo y accionar respecto al coronavirus. Sus prácticamente definidos como «discurso de guerra» contra aquellas políticas para mitigar los efectos del coronavirus que se han tomado en la mayoría de los estados del país, acabarán hundiendo su imagen y reputación y su gobierno.
Por otro, referentes que apoyan a Bolsonaro en su pensamiento de no entrar en un estado de paro o de aislamiento, que pudiera ocasionar consecuentes efectos negativos en la economía nacional. Cabe destacar que el primer mandatario de Brasil ha llamado a esto una ‘gripecita’, y casi que se ha burlado no sólo de la enfermedad y/o las víctimas que se ha cobrado en todo el mundo, sino también de quienes lo están padeciendo en su propio pueblo.
El gobierno mismo difundía una campaña en la que incitaba a los brasileños salir de casa bajo el slogan “Brasil no puede parar”.
Mientras tanto, durante la jornada del sábado 28 de marzo se divulgaron las nuevas cifras de víctimas a causa del coronavirus en todo el territorio: 114 muertos y 3.904 contaminados. Siguiendo las estadísticas, el total de contaminados experimentó un brinco en 24 horas, y solo ayer fueron 20 muertos. Casi uno a cada hora.
Unas horas luego de ocurrido aquello, y ya con un número que pone en el centro de la escena sudamericana a lo que ocurre en Brasil, el escenario parece comenzar a modificarse.
El ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, médico ortopedista, hizo pública la firma de un documento en el que se proponía una acción conjunta con las secretarías provinciales del sector. El mismo establece la determinación de ‘aislamiento social’ sólo para mayores de sesenta años y la suspensión total de clases en escuelas y universidades hasta fines de abril.
En cuanto al resto de la población, aseguraron que al menos cines, teatros, casas de espectáculos y templos deberán permanecer cerrados hasta el mes de mayo. Por su parte, los bares y restaurantes podrán funcionar, pero a la mitad de su capacidad instalada.
Cabe destacar que, a pesar de la resistencia, finalmente Brasil parece empezar por el camino que en otros países como Argentina y Colombia se recorre hace ya al menos diez días. Aunque estos cuentan con un aislamiento social obligatorio, es decir, que rige la obligatoriedad para la población de permanecer en sus casas.
En contraste, Mandetta igual parece coincidir con Bolsonaro en ciertas definiciones polémicas, por ejemplo la opinión de que el aislamiento total, tal como fue ordenado por ejemplo en San Pablo y Rio de Janeiro, provocaría un “desastre total” en el país.
Desafortunadamente, y en contra de esta postura, debería prevalecer el ejemplo de España e Italia, dos países en los que el coronavirus sí realmente está ocasionando un desastre total, con números de víctimas inesperados.
Un desastre total que ha sido originado a partir de una crisis sanitaria y de una sobre demanda de instituciones de salud y profesionales médicos. Un desastre total ante la falta de una medicación adecuada para tratar el virus, un desastre total que lleva a tener a personas disputándose respiradores. Un desastre total que podría llevar a Brasil a perder esa alegría, que por lo que creemos no tiene (o tendría) que tener fin.
Coronavirus: ¿Por qué NYC se convirtió en el lugar más observado por el mundo?
La expansión del Covid-19, más conocido como Coronavirus, es una problemática que afecta al mundo entero, de eso no hay dudas. Sin embargo, no todos los países actúan de manera conjunta ni en la misma dirección, lo que se puede ver en la curva de crecimiento de los contagios de acuerdo al paso de los días. Estados Unidos, en esa dirección, mantiene en vilo a gran parte del planeta en vilo debido al rumbo final que tome en el tratamiento de esta pandemia. Nueva York, por su parte, puede ser una de las zonas críticas si no se actúa a tiempo.
Si se sigue lo planteado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el gigante de América del Norte será el próximo epicentro de contagio del Coronavirus, desplazando de ese lugar a Europa, en donde Italia y España son los territorios más afectados en la actualidad. Durante la jornada de hoy, miércoles 25 de marzo, las cifras hablaron por si solas: el Estado de Nueva York ya superó los 30 mil contagios y el propio gobernador Andrew Cuomo informó que los muertos por esta enfermedad ya alcanzaron el número de 285 en el territorio.
Si nos centramos únicamente en la Ciudad de Nueva York, las cifras siguen siendo preocupantes: más de la mitad de los afectados se concentra en ese territorio. Las medidas tomadas por el momento difieren de las que se han tomado en otras partes del mundo, ya que la circulación no se ha restringido del todo. En ese sentido, Cuomo llamó a respetar a los ciudadanos a respetar el distanciamiento social, a la vez que tomó leves medidas al respecto, como la prohibición de deportes de contacto en espacios públicos.
“No quiero cerrar las plazas”, se manifestó el dirigente políticos perteneciente al partido demócrata y que tiene mandato hasta el año 2022 y lleva en el poder desde 2011. Hasta el momento, Nueva York funciona con una suerte de medida de prueba, en donde se implementa de manera voluntaria por parte de los ciudadanos. Continuar leyendo…
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Un comentario
Desafortunadamente, Jair Bolsonaro como Donald Trump, Manuel López Obrador y Daniel Ortega hasta que no tengan una cantidad abrumadora de enfermos y fallecidos, no van a reaccionar como han debido hacerlo desde comienzos de Marzo. Se tendrán que tragar sus propias palabras. Quiénes se creen que son para ignorar y despreciar las dolorosas consecuencias y las calamidades que este virus ha ocasionado en los contagiados, las familias de ellos, las de los fallecidos, las de los profesionales de la salud. Se tendrán que atener a las consecuencias de su negligencia, ineptitud y falta de humanidad.