Es imposible que no te hayas intoxicado en algún viaje, menos si eres un viajero empedernido. Días perdidos por no poder salir del baño, sin tener a alguien que te ayude (especialmente a mamá) y sin saber si sobrevivirás (en ese momento parece que no).
En México lo conocen como «la venganza de Montezuma», mientras que en India como «vientre de Delhi»… sea cual sea el nombre con el que conozcan la diarrea que le da a los turistas por la comida, hay que intentar evitarlo!
Visita al médico pre viaje
Antes de salir de viaje lo mejor es ir con tu médico de cabecera a consultar todo el tema de las vacunas y recomendaciones. Además de pedirle que te recete algunos antidiarreicos, por si los llegas a necesitar. Nada como ir preparado.
Evitar las frutas y verduras crudas sin lavar
Se recomienda comer frutas y verduras crudas solo cuando estén peladas y lavadas con agua limpia. Es difícil no tentarse a comprar frutas exóticas en locales callejeros o jugos recién exprimidos. Pero si lo haces ya sabes lo que puede pasar.
Evitar el agua contaminada
Vamos a ser sinceros, es imposible no comer caer en la tentación de la comida callejera, no sólo por el sabor, sino por los precios. Pero podemos hacer algunas pequeñas cosas para evitar enfermarnos: no comer cosas crudas, ver que lo preparen en el momento (no que haya estado todo el día bajo el sol) y rezar tres rosarios.
Un poco de jengibre
El jengibre es uno de los remedios naturales más antiguos para malestar estomacal, reduce la inflamación y actúa como un antibiótico natural. No te lleves la raíz porque no la vas a poder pasar, piensa mejor en bolsas de té o jengibre confitado. No revertirá una infección, pero puede ayudar a aliviar los síntomas dolorosos mientras espera que los medicamentos más fuertes entren en acción.
Siempre las manos limpias
Convengamos que varios de estos puntos los tendríamos que aplicar en nuestra vida cotidiana... y este es otro: lavarse las manos! Antes de comer y después de ir al baño hay que lavarse las manos o desinfectarse con alcohol.
Hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo está acostumbrado al lugar en el que vivimos (incluídas las bacterias) por eso hay que ser más precavidos cuando se va de viaje.
