Durante sus viajes, el artista oriundo de Colorado, Remington Robinson, pinta pequeñas obras en miniatura alusivas a los paisajes que descubre y explora. Curiosamente, lo hace de una forma muy particular: cada escenario de inspiración es «guardado» en una caja de latón, de esas cuyo tamaño guardan caramelos o pastillitas dulces.
Este artista crea obras maestras en miniatura de paisajes tanto de Estados Unidos como del extranjero, y las guarda dentro de las cajas de latón Altoid, una marca que, en esas mismas pequeñas latas, comercializa caramelos mentolados.
¿Cómo lo hace? Tal como muestran las fotografías acerca de su proceso creativo, Robinson pega con velcro pequeños paneles de madera imprimados en las tapas interiores de los envases de menta antes de viajar a un nuevo lugar. Eso le permite parar a pintar cuando se encuentra con una postal deslumbrante. Aprovechando al máximo los recursos, utiliza el recipiente de metal como paleta para su gama de pinturas al óleo.
Sobre gustos no hay nada escrito, dicta un famoso refrán… y podríamos decir que sobre formas de admirar y disfrutar de un viaje, tampoco. Remington puede tardar entre una y tres horas en terminar sus pinturas en miniatura, dependiendo de la escena que elija. Sus elecciones vienen dictadas por muchos factores, pero se asegura de que sean diferentes en cada nueva pintura.
«A veces elijo un lugar en función del tiempo de que dispongo, por lo que elijo un lugar cercano a mi casa que ya tengo en mente. Otras veces viene dictado por mi estado de ánimo, y otras por una idea preconcebida de algún objetivo que tengo en mente», ha indicado el artista durante alguna entrevista.
Para estar atento a cada mínimo detalle, Robinson utiliza pinceles de punta fina, en especial para representar cuidadosamente las luces y sombras de sus temas. «Pintar en pequeño requiere detalle, y ayuda tener experiencia en pintura fotorrealista», explica el artista que luego comparte cada resultado a través de su cuenta de Instagram.
Entre sus obras se destacan montañas, prados, cascadas, coloridos bosques, entre otros atractivos propios de los destinos que visita. Lo más atractivo es cuando lo registra en sus diferentes estacionalidades: los colores verdes de la vegetación en primavera/verano, y los colores amarillos y anaranjados de la temporada de otoño/invierno: