Esta década no ha sido una de las mejores para los viajes aéreos. Y aunque una mejora en los pases de abordar no sean algo que pueda cambiar mucho la situación, son más importantes de lo que pensamos.
El diseñador británico Peter Smart –conocido por su proyecto de 50 Problemas en 50 Días- recorrió el mundo en una maratón de 14 vuelos para resolver 50 problemas diarios que todos tienen al viajar. Entre tanto vuelos, entre el check-in y el embarque, se dio cuenta de algo: «Las tarjetas de embarque son horribles.»
Y aunque otros diseñadores han intentado hacer nuevos pases, no han cambiado mucho. Por lo que Smart decidió crear su propio dieseño. Como resultado obtuvo un rediseño muy sensato y organizado. Primero, le dio un nuevo formato vertical que encaja perfectamente en un pasaporte cuando se dobla por la mitad (y puede imprimirse en las máquinas actuales de las aerolíneas). Esto está diseñado para evitar el inevitable extravío o desgarro de los pases largos horizontales actuales.
También, estableció una jerarquía de información simple, que organiza la información cronológicamente indicando terminal, luego puerta, luego asiento, luego llegada, y así sucesivamente. Finalmente, agrega legibilidad y disminuye el desorden visual puro:
Más allá de la practicidad de la solución de Smart, muchos se preguntan por qué molestarse, ya que los pases de embarque móviles son cada vez más comunes…
Smart admite que los pases digitales están aumentando, aunque todavía millones de pases de papel se siguen imprimiendo cada año, lo que hace que sea un problema que vale la pena resolver. Pero más allá de eso, planteó otro punto interesante:
«La solución no es la parte más importante de este proyecto. Es el pensamiento: es la disposición a cuestionar lo que de otro modo se acepta para aspirar a algo mejor y más útil. Esto se aplica a pases de papel, billetes electrónicos, check-in y cada parte de la experiencia de la aerolínea. La solución es sólo una pequeña parte de la historia. Es la capacidad de cuestionar el status quo que ha captado la atención de cientos de miles de personas en todo el mundo. La pregunta es: ¿Las compañías aéreas escuchan?».