Los elefantes como atracción turística esconden mucha crueldad detrás, ¡mejor visita un santuario!

elefante
Redactor
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Era un día domingo de julio de 1997 y un circo vino a mi ciudad natal (Villa Mercedes, San Luis, Argentina). Tenía 5 años y recuerdo claramente la imagen entrando a la carpa de la mano de mi papá, nos sentamos en primera fila, y esperamos que empiece el show. Lo único que recuerdo del mismo, fue la presentación de dos elefantes: jugaban a la pelota y se paraban en dos patas, la mamá y su pequeño. Pensé que había sido un número maravilloso, me quedé asombrada de que dos animales tan grandes pudieran hacer eso.

Durante mi adolescencia, cuando mis sueños de viaje empezaron a despertar, también me encantaba ver fotos de felices turistas montando elefantes en paisajes increíbles. Creía que era una experiencia única e inigualable. Pero poco tiempo pasó hasta que la ingenuidad de la infancia y la ignorancia desaparecieron e hicieron que me arrepintiera de haberme sorprendido con las actividades que hacían estos animales.

El momento del CLICK

La perfección se queda inmóvil mientras los mortales pasamos de largo. ???? #elephant #ecotourism

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Empecé a viajar y a leer mucho, a informarme sobre el Turismo Responsable, El eco-tourism y demás conceptos afines. Todo esto me hizo entender que animales tales como los elefantes o tigres, parecen estar al servicio del turista, sobretodo en países del Sudeste Asiático. Atados a una cadena por casi toda su vida, soportando pesos insanos sobre su lomo sólo para que la gente obtenga su ansiada foto, y en el caso de los tigres, animales salvajes, encerrados en una jaula, muchas veces bajo el efecto de sustancias tranquilizantes, para que los visitantes consigan una foto con los gigantes gatunos.

Mucha gente considera que si los elefantes han sido usados como animales de transporte de carga en el pasado, ¿Cuál sería el inconveniente de seguir haciéndolo ahora?. En mi opinión, la sociedad ha evolucionado y avanzado tanto tecnológicamente y en las corrientes del pensamiento, que me parece inaceptable que un animal sufra a costa de una excursión turística. Lo más discutible, es que en la balanza del dinero y cualquier medida proteccionista hacia ellos, ya sabemos que pesa más para las economías de los países que viven en un 90% del turismo.

Historias que nos cambian

DON’T RIDE THEM! ????????????☮️???? . . . . . . #thailand #elephant #ecotourism #travelphotography #nature #wanderlust

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Planear mi viaje al Sudeste Asiático fue algo que, inconscientemente, empezó años atrás de aterrizar en Bangkok. Me encantaba sentarme a escuchar experiencias de quienes viajaban a esos lugares tan remotos y tan diferentes al acelerado mundo occidental (ó también a leer historias en Blogs de Internet).

Entre lo que recopilaba de las voces de las vivencias ajenas, me siguió marcando como la gente veía sufrir a los elefantes en los centros más turísticos de Asia. Hasta que un día me llegó la información del «Elephant Nature Park» ,un parque en Chiang Mai (Tailandia) que comenzó como un proyecto personal de «Lek», la tailandesa fundadora del mismo, a quien tuve la suerte de conocer durante mi visita en Noviembre 2016. El fin principal del parque es ser un santuario y centro de rescate de elefantes donde los seres humanos están al servicio de los animales y no viceversa. El parque aloja actualmente 71 elefantes rescatados de actividades tales como trekking, carga y acrobacias; más de 500 perros (la mayoría de ellos fueron rescatados durante inundaciones que afectaron a Tailandia unos años atrás),  200 gatos, 80 búfalos y algunos caballos. Pueden leer toda la historia en el link que dejé arriba.

El cruel entrenamiento de los elefantes

An amazing experience today! ???????????????????? This park hosts 71 elephants rescued from trekking, logging and circus activities where they were abussed and their souls stolen by a special trainning to forget their mums; more than 500 dogs rescued from floods and from the street, 200 cats, 80 buffalos and some horses. It was just so wonderful to have the opportunity to see those giant and wise creatures free in the wildlife, with their families and being the priority while the tourists and volunteers are just there to serve them. We had the chance to meet ‘Lek’ as well, the Tai woman who started this project as a dream a couple of years ago and now she is the founder of this beautiful place. 100% recommended! In the photograph, a baby elephant taking mug bath. #elephant #savetheelephants #responsibletourism #travel #traveller #nature #wanderlust #ecotour

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Me pregunté muchas veces cómo era posible que un elefante pintara, jugara a la pelota y cargara personas sin hacer ningún acto de rebeldía. Mis cuestionamientos aumentaron cuando ya estando en Tailandia veíamos en todos lados gente montando elefantes, o a estos gigantes animales encadenados a un árbol o acorralados en 4 metros cuadrados. No tengo palabras para describir la cara de tristeza que transmitían, y la impotencia que sentí por no poder hacer nada.

El entrenamiento por el cual un elefante se somete a su «entrenador» sucede después de que el elefante bebé es separado de su mamá a las pocas semanas de nacer. Se dice que en este ritual «le sacan el alma» al elefante, lo matan interiormente debido a todo el sufrimiento que le ocasionan, y él olvida su corta vida, incluso a su madre. El ritual consiste en 7 días en los cuales están atados e inmovilizados, y reciben azotes las 24hs del día. Después de esto, lo entrenan para la actividad la cual deben realizar, por ejemplo, si quieren que el elefante pinte, la «técnica» utilizada es clavarle la uña en sus orejas, o algún elemento filoso para dirigir su trompa.

Desafortunadamente, hoy muchos viajeros siguen acudiendo a este tipo de atracciones turísticas, y creo que la principal razón es el desconocimiento del tema. Mi principal lección sobre esto, ha sido aprender a informarme sobre el entorno que voy a visitar, respetando la naturaleza y sus especies de flora y fauna.

Turismo responsable o sostenible

Amor del bueno ???????????? @pablorodpereyra

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Aunque algunos dicen que son conceptos sinónimos y no iguales, considero que ambos se dirigen a dar una definición práctica de interacción positiva del viajero con el planeta. Leí hace tiempo en una revista online de ecoturismo, que la «responsabilidad» está ligada a las acciones personales que cada uno realiza afectando (o no) la biodiversidad de los lugares que visita.

Por otro lado, lo «sostenible» se liga más a acciones a largo plazo, dado que todos los puntos turísticos del planeta están en ecosistemas que hay que preservar, y eso no es sólo responsabilidad de los Estados, sino de todos los seres que interactúan con él. Un ejemplo de esto podemos ver en esta entrada: Tailandia no permitirá que más turistas lleguen a una isla y así evitar daños medioambientales.

Mi experiencia en el Elephant Nature Park

???????? #savetheelephants #ecotour

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Viajamos por el Sudeste Asiático con mi novio casi 80 días, de los cuales 6 estuvimos en Chiang Mai porque sinceramente nos quedamos enamorados. Dentro de nuestra «Bucket List» de esta hermosa ciudad tailandesa estaba visitar el parque. Así que el primer día intenté reservar una visita de 1 día por internet y no había lugar, así que nos dirigimos a la oficina ubicada en el centro de Chiang Mai y allí sí pudimos hacerlo. Está demás decir que según me han contado otros viajeros, desde esta ciudad también se pueden visitar otros Santuarios o refugios de Elefantes donde los rescatan y los protegen por tickets un poco más baratos. Pero sinceramente yo estaba muy entusiasmada con visitar el rincón que Lek había creado para estos gigantes.

El día de la excursión nos buscaron por el hotel, camino al parque nos mostraron videos informativos sobre el tratamiento a los elefantes, los cuidados, su alimentación, las precauciones que había que tener, el proceso de rescate y mucho más. Nos hubiera encantado realizar la experiencia de voluntariado por 7 días, pero no nos alcanzaba el tiempo.

Ese día fue realmente un sueño hecho realidad: alimentamos elefantes, los bañamos en el río, interactuamos con ellos, conocí su mirada que es de las más puras que ví. Vimos un elefante bebé jugando en el barro con su familia, vimos como se llenan de barro el cuerpo para protegerse del sol; y sentí en ese momento ver un milagro de la naturaleza, animales en libertad, el staff que los trataba con todo el amor del mundo, y como Bonus Track conocimos a Lek, quien con toda la humildad del mundo nos saludó y nos agradeció por colaborar con la causa. Demás está decir que almorzamos excelente comida vegetariana en la mitad del día.

El mayor aprendizaje viajero

Contagiemos el turismo responsable, compartamos las experiencias en las que nos sentimos en armonía con la naturaleza. Entendamos que si consumimos turismo no responsable, alimentamos a que siga sucediendo. Pensemos en lo importante que es que las generaciones futuras tengan la oportunidad de conocer los maravillosos rincones del planeta de la misma manera que lo hacemos nosotros ahora.

Lo más importante es informarse, hablar con los locales y con otros viajeros. Obviamente sin olvidar que para tener comportamientos ecológicos, hay que empezar por casa. Mi consejo es DO NOT RIDE ELEPHANTS!

 

 

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