Las autoridades de Australia anunciaron que las personas que lleguen al país deberán presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de subir al avión. El anuncio se realizó el pasado viernes, 8 de Enero de 2021, y entró en vigencia durante la tarde del mismo día.
Australia anunció que desde el día de ayer, viernes 8 de enero, todas las personas que viajen al país desde el exterior tendrán que presentar una prueba de COVID-19 con resultado negativo. La medida se toma al mismo tiempo que la ciudad de Brisbane se preparaba para un confinamiento de tres días, luego de registrar un caso de coronavirus de la variante más contagiosa del virus, que fue descubierta en el Reino Unido.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció que tanto la prueba negativa como el confinamiento eran necesarios para prevenir que esa variante, que tiene la capacidad de contagiarse más rápido que otras, se propague entre la comunidad. «Se que habrán algunas personas en Brisbane preguntándose ‘¿por qué es necesario esto? Solo hay un caso’. Bueno, este no es un caso ordinario. Es es un caso muy especial y uno que nos requiere que tratemos las cosas diferente«, explicó Morrison según informó la agencia de noticias Reuters.
De esta forma Australia se suma a la medida tomada por Inglaterra para intentar frenar la propagación de la nueva variante de coronavirus entre sus comunidades. Recordamos que también en el día de ayer, Inglaterra anunció que las personas que viajen, sea por cualquier medio, deberán presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de ingresar al país. También se espera que a la medida se sumen los demás países del Reino Unido.
Australia ha registrado alrededor de 28.500 casos de coronavirus y unas 900 personas fallecidas, un numero menor al de muchos países alrededor del mundo. Desde que comenzó la pandemia, el país ha tenido un estricto control de de fronteras, permitiendo solo el ingreso a personas que sean ciudadanas o residentes permanentes.
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