Se trata de una insólita medida tomada en bar en Italia, uno de los países europeos más afectados por el impacto del coronavirus. Si bien no se trata de sanciones reales, sino más bien de «amables» advertencias, en el local gastronómico Feeling Bar buscan poner un freno a la paranoia ocasionada por el virus. Los responsables de llevar a cabo esta iniciativa argumentan: «Simplemente hemos planteado esta fórmula para encontrar un poco de serenidad«.
Es decir, no está entre los objetivos ser considerados como negacionistas ni subestimar la gravedad de la situación sanitaria tanto en Italia como en el resto del mundo. Tampoco se pregona la idea de vivir en un mundo paralelo. El motivo de esta polémica decisión tiene que ver nada más y nada menos con «poner límites a las consecuencias psicológicas derivadas de la pandemia«.
En diálogo con el canal Comer de La Vanguardia, Cristina Mattioli, copropietaria de una pequeña cafetería romana llamada Feeling Bar (ubicada en vía delle Moratelle, 117), manifestó que los asistentes al lugar siempre destacan y/o priorizaban al COVID-19 entre sus temas de conversación: «Notaba que mis clientes solo hablaban sobre coronavirus, así que decidí prohibir el tema«.
De esta manera, Cristina indicó a través de una humilde cartelería que queda restringido hacer mención sobre el coronavirus: «ni se pueden hacer teorías sobre lo que sucederá, ni se puede hablar sobre decretos de gobierno sobre confinamiento o sobre los datos diarios del virus«. Lejos de tomarlo mal, la mayoría de los clientes de este bar en Italia han agradecido el gesto ya que fue un puntapié para darse cuenta la ansiedad y frustración que hablar del tema genera.
Cabe destacar que Italia se ha convertido en el primer país europeo que fue azotado por el coronavirus allá a principios del 2020 y hoy registra más de 1,3 millones de contagiados y casi 48.000 fallecidos desde el inicio de la pandemia. En la región de Lacio, donde se ubica el romano Feeling Bar, ahora catalogada como en ‘zona amarilla’, los bares y restaurantes deben cerrar a las 18.00 horas por orden del gobierno como medida para frenar los contagios.
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