«Soy el Marley, pero de Buenos Aires«, así comenzó a describir su trabajo Mauro Albarracín, un joven de 22 años nacido en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires.
Para el público argentino, y en parte también para televidentes de otros países de Latinoamérica, Marley es un símbolo indiscutido del turismo, los viajes y la vida de lujo. La audiencia de algunos de sus programas lo ha visto aterrizar en los lugares más emblemáticos del mundo, como así también en los destinos más insólitos y exóticos que pudieran existir: «El destino perfecto», «Viaje de Locos«, «Por el mundo«.
En efecto y un poco marcando el contraste con ese nivel de vida y de acceso a grandes experiencias, Mauro describe que su labor en redes sociales, y en particular a través de su canal de Youtube, es fomentar una comunidad al mejor estilo de una «asociación de infelices con ganas de buscar motivos para vivir sin dinero«.
Algo así como hacer turismo a partir del no turismo, en parte la misión de Mauro ha sido «divertirse» con lo poco o austero que puede encontrar de recorrido por la ciudad de Buenos Aires. De hecho, en sus videos muestra actividades tales como recorrer en colectivo, o también llamado cariñosamente «bondi«, disfrutar de una experiencia gastronómica como puede ser degustar «el nuevo pancho más grande del Conurbano» o «el salchipapa más épico del Conurbano«, acceder a entretenimiento como visitar un cine porno a metros de la Casa de Gobierno del país o conocer los «telos» (hoteles alojamiento) más bizarros e insólitos de localidades como Temperley o Laferrere.
Si de viajar como estilo de vida se trata y el lugar de destino no importa ni califica como buen o malo, podemos decir que Mauro conoce y podría ser un excelente guía de sitios como Quilmes, Florencio Varela, Moreno, Santos Lugares, La Lucila, Ciudad Evita, Martínez, San Francisco Solano, Ituzaingó o La Matanza.
Lo que empezó como una joda o un hobby para auto-entretenerse, llegó a límites inesperados para Mauro. Quizás el lenguaje utilizado o la posibilidad de reírse de su propia clase social, le ha valido para alcanzar al menos 119 mil suscriptores a su canal de Youtube Les Amateurs. Sus videos han llegado a alcanzar una cantidad de entre 180.000 a 260.000 visualizaciones.
Y si bien todo el material creado parece espontáneo, lo cierto es que Mauro no es ningún improvisado en el tema. El joven estudiaba comunicación social, por lo que pone su mayor atención especialmente en contar historias, generar contenido que pueda ser interesante para captar al público que por la atracción de conocer la zona o bien por entretenimiento consume su material. Mauro decidió abandonar la carrera para meterse de lleno en el mundo de los influencers y hacer de algo que empezó como un hobby un trabajo con el cual puede mantenerse económicamente y levantar esa «racha» de infeliz que busca motivos para vivir sin dinero.
